Por Karina Aguilar
En las últimas semanas vimos como la mayoría de Morena en los Congresos ha violentado la ley sin el menor menoscabo, sin respetar acuerdos y con el único fin de beneficiar a personas y grupos.
Los diputados federales del partido en el gobierno intentaron no sólo violar la ley, si no modificarla a modo y en beneficio sólo de Morena, pero ante la ingobernabilidad que esto representaba para el primer mandatario y luego de un par de llamadas de atención, los morenistas terminaron cediendo la Mesa Directiva al PAN.
Sin embargo, para los diputados de Morena en los congresos locales no ha habido llamado de atención, lo que les ha permitido hacer reformas y tomar decisiones con total impunidad, incluso violando la ley para proteger intereses de los gobernantes.
En Quintana Roo iniciaron los trabajos de la nueva Legislatura al amparo de una Ley orgánica de 1995, que le permite tener el control de la Mesa Directiva a la mayoría por los tres años de su encargo, sin respetar la ley vigente aprobada en 2018.
En Veracruz, el congreso local destituyó por un asunto de orden administrativo, al fiscal estatal Jorge Winckler, con quien tiene una rivalidad el gobernador Cuitláhuac García, y en menos de 24 horas nombró a una nueva fiscal…a modo.
Y cómo olvidar el caso de Baja California, donde los diputados locales aprobaron ampliar de dos a cinco años el mandato del morenista Jorge Bonilla como gobernador del estado, aunque aquí quienes hicieron este trámite fueron diputados del PAN, ante lo cual fueron expulsados de ese partido.
En las democracias las mayorías deciden, pero no violan la ley, por ello resulta por demás preocupante que los gobiernos estatales pretendan legitimar sus acciones a través de los diputados, quienes sin el menor pudor legislan a modo.
Con estas actitudes reiteradas y ante un conveniente silencio del Presidente López Obrador, pareciera que la Cuarta Transformación está utilizando a los gobiernos y congresos locales como laboratorios para saber hasta dónde resisten las leyes, los poderes y la democracia.
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Y en Pregunta Sin Ofensa:
Como si no tuviera una crisis por resolver, López Obrador designó al director del IMSS como organizador de los festejos del 15 de septiembre y 20 de noviembre ¿será que a la 4T le importa más el festejo que la salud de los mexicanos?
DAMG
