Los mercados, empresarios y sobre todo, el Gobierno de México, vivió un fin de semana de zozobra luego de la imposición de 25% de aranceles que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los productos mexicanos.

En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que México implementaría el Plan B, que era establecer aranceles a algunos productos que ingresan a nuestro país desde Estados Unidos. Decisión que fue respaldada por empresarios e incluso por agentes aduanales.

Sin embargo, el Plan B no llegó y en su lugar México mandará 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera norte para evitar el tráfico de drogas de México a Estados Unidos, en particular fentanilo. Es decir, una vez más Trump logró su cometido.

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard calificó el acuerdo de “insólito”, lo que comprueba que tienen una muy corta memoria porque lo mismo pasó con el expresidente, Andrés Manuel López Obrador. ¡Ay ese afán de exagerar!

Sin embargo, el punto central de la imposición de aranceles que hizo Trump a México queda, aparentemente, intacto.

En el comunicado emitido por la Casa Blanca el 1 de febrero, se establece que “las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el Gobierno de México”.

Acusa al gobierno de la Cuarta Transformación de haber “proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses. Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles”.

Y toma esas acusaciones como justificación a la imposición de aranceles; sin embargo ninguno de los dos gobernantes refirió nada de este tema en los mensajes que publicaron en sus redes sociales.

Otro tema del que tampoco se habló, al menos no fue informado de manera oficial, fue la situación de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, las redadas que ocasionan deportaciones masivas que han comenzado a hacerse en algunos estados de la Unión Americana y la falta de seguridad jurídica que enfrentan los connacionales.

Sin duda, los migrantes son clave para lograr acuerdos en la materia y que se detengan las deportaciones. Si mantienen sus protestas como el no ir a trabajar y el boicot para no consumir en comercios que han apoyado la política de Donald Trump, podrán ejercer presión al gobierno. Porque al parecer, ese no fue un tema que trataron en su conversación de ayer ambos presidentes.

Si retomamos la justificación de Trump para imponer los aranceles, no queda duda que este es un problema más heredado por Andrés Manuel López Obrador a la actual administración morenista, eso de dar abrazos en lugar de balazos, salió caro.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Otro problema heredado a Sheinbaum fue la elección de jueces, magistrados y ministros. Todo parece indicar que las tómbolas para elegir a los candidatos sólo permiten que los cercanos a la 4T puedan participar en las urnas.

 

      @aguilarkarina

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