La respuesta que me dio un alto directivo extranjero de una empresa transnacional asentada en México me causó sorpresa. Hablábamos en relación a la denuncia pública sobre pretendidos hechos de corrupción electoral con recursos públicos por parte de miembros del PRI en el estado de Veracruz; donde se realizarán elecciones locales en breve.

 

“¡Qué bueno que eso ocurra!”, me dijo -para mi sorpresa- aquel empresario. Francamente no entendí de inmediato su reacción. Pero su argumentación me pareció impecable: Sólo así sabremos los ciudadanos de qué está hecho, no sólo el discurso, sino el proyecto del Presidente.

 

Creo que aquel hombre tiene razón. La corrupción está allí y muy probablemente seguirá estando allí, como ocurre en todo el mundo. El asunto no es ése, sino si tenemos enfrente a un Presidente dispuesto a acotarla; a establecer reglas del juego institucionales, claras y generales, a las que se sometan todos los involucrados asumiendo sus beneficios, pero también sus consecuencias de no acatarlas. De eso se trata.

 

Más allá de las elucubraciones que se han diseminado recientemente sobre las verdaderas razones por las que el panista Gustavo Madero y el perredista Jesús Zambrano le plantaron cara al Pacto por México y al Presidente; lo trascendente para los ciudadanos, es la calidad de respuesta que dará Enrique Peña Nieto al caso, a unas cuantas semanas de iniciar un gobierno con altas expectativas. Será una medida más de su estatura política para el cambio económico prometido.

 

Como dijo aquel empresario: ¡Qué bueno que ocurra!

 

SÍGALE LA PISTA…

 

  1. COMPRAS A LA BAJA. Apenas ayer le comentábamos ampliamente sobre los pobres resultados en las ventas comerciales al mes de febrero que publicó INEGI. Pues bien, la mayor cadena de supermercados del país, WalMart de México, reportó débiles ventas al primer trimestre del año, confirmando nuestras sospechas. “El gasto del consumidor en México ha estado un poco débil y esto ha impactado nuestras ventas”, dijo Scot Rank, el presidente ejecutivo. Pero más aún, Rank espera que las ventas continúen débiles en el corto plazo. Así que, por donde lo vea, volvemos a lo mismo: El poder de compra de los mexicanos se ha debilitado.
  2. A DECIDIR SOBRE MEXICANA ¿Tiene todavía algún futuro Mexicana? Salvo la quiebra, ninguno. Lo dijimos a los pocos meses que Gastón Azcárraga decidió que los aviones dejaran de volar. Allí selló la quiebra de la aerolínea porque ninguna empresa va a concurso mercantil cancelando sus flujos de operación. Lo demás, fueron puras estrategias de dilación y de negocios privados que se deben investigar. Ahora, la juez Edith Alarcón tiene frente a sí la decisión, pero me temo que no hay alternativas serias.
  3. ¿QUIEBRAS A LA VISTA? Las calificadoras Moody’s y Fitch ya han degradado la deuda de la constructora Urbi a niveles de alto riesgo. No es para menos. Los flujos de efectivo futuros ya cuestionan su capacidad de pago y su viabilidad financiera. Pero no sólo es el caso de Urbi, en situación similar también se encuentran otras desarrolladoras de viviendas como GEO, SARE y HOMEX. Así que muy posiblemente estamos frente a un problema generalizado de quiebras potenciales.

 

samuel@arenapublica.com | @SamuelGarciaCOM | www.samuelgarcia.com

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