De cara a los comicios de 2017 y 2018, el PRI buscará romper la alianza PAN-PRD a como dé lugar, porque ya vieron que juntos representan un peligro. El objetivo del tricolor es tener de su lado al Sol Azteca y evitar que haga más coaliciones con el partido azul o, eventualmente, con López Obrador. Nos dicen, sin embargo, que todo dependerá de quien llegue como presidente del perredismo nacional. Pero, por lo pronto, en Insurgentes Norte y Los Pinos dan seguimiento puntual al proceso de sucesión de ese partido. ¿Será?
Ultimátum sin efectos
Ya pasaron 72 horas desde que el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lanzó un ultimátum a integrantes y simpatizantes de la CNTE, y los bloqueos carreteros en Oaxaca y Chiapas no sólo continúan, sino que se han incrementado. Esta situación ha provocado pérdidas millonarias en muchos sectores y hasta el éxodo de familias completas a otros estados. Muchos se preguntan de qué tamaño será la paciencia del gobierno, porque ya se vio que la disidencia magisterial y sus seguidores tienen pila y dinero para rato. ¿Será?
Chihuahua, a tribunales
El PRI prepara a un ejército de abogados para agotar todas las instancias y echar abajo los resultados de la elección en Chihuahua, donde resultó ganador el panista Javier Corral. El fin de semana pasado, el Tribunal Electoral local aceptó la impugnación en más de tres mil casillas y tiene de plazo hasta el 31 de julio para resolver. Mientras tanto, nos adelantan que los priistas no se quedarán de brazos cruzados y documentan las violaciones que se presentaron el 5 de junio para que, en caso de ser necesario, ir hasta las instancias federales. ¿Será?
Otra de la CNDH
Más de un funcionario levantó la ceja con la decisión de la Suprema Corte de eliminar de una ley local de Quintana Roo la prohibición de solicitar a un periodista su acreditación para entrar a un evento. La Comisión Nacional de Derechos Humanos promovió esta acción de inconstitucionalidad porque considera que pedir este documento viola la libertad de expresión. Ahora muchos se preguntan cómo se cuidará la integridad física de los servidores públicos si cualquiera puede entrar a los eventos. ¿Será?