Para ubicar un poco el contexto económico de los siguientes seis años y en especial 2018-2019, hacemos una reflexión de cómo nos ubicaríamos después del 1 de julio en caso de ganar Morena, contemplando el resultado de las encuestas al día de hoy.

Morena gana la Presidencia, y es muy probable que con su coalición cuente con un tercio de las cámaras. Las últimas encuestas muestran que Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social podrían alcanzar cerca de 38%, la coalición del Frente con el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano con 37% y finalmente la coalición del PRI, Verde y Nueva Alianza con 25% dejando a independientes 1%.

Se tendría que reconocer que ganaría en su caso con menos de 50% de apoyo por parte de la sociedad y con el respaldo de muy pocos empresarios. Los grandes corporativos tendrán que esperar un tiempo para evaluar la condición económica, el libre mercado, competencia, la actuación del gobierno y la confianza de la sociedad en la toma de decisiones, y si éstas reflejan continuidad y crecimiento para nuestro país o evaluarían cambios importantes de salida.

¿Cómo se podría aprobar el presupuesto 2019 de inicio? Las posiciones, sin duda, serán duras y costará tiempo y conflictos para alcanzar un acuerdo en el Congreso. Es muy probable que los programas a los que se ha comprometido Andrés Manuel no se podrían autorizar como él quisiera y entonces, ¿cuál sería su posición?, ¿cuál sería su forma de actuar?, ¿cómo buscaría obligar a la oposición a ceder posiciones?

Las calificadoras estarán muy al pendiente del estatus “macroeconómico” que incluyen el nivel de la deuda pública y el déficit fiscal, así como el entorno económico.

Mientras tanto, el momento de “incertidumbre” que reinaría en los mercados sería significativo. Ahí es donde pondríamos un primer efecto en el mercado cambiario y, en su caso, la actuación del Banco de México (Banxico) y de la SHCP se volvería determinante. Seguramente harían intervenciones a través de la Comisión de Cambios.

Pero, además, habría que ver qué sucedió hasta este momento con el TLCAN, así como con la economía de los Estados Unidos, su política monetaria y el avance en el proceso de sus elecciones intermedias en donde, hasta hoy, las encuestas muestran una mayor probabilidad de que el partido demócrata tome el control del Congreso americano y, en su caso, el presidente Donald Trump seguramente tomará posiciones radicales que también nos pueden afectar.

En ese caso, vislumbrando un tipo de cambio que esté operando hacia $22.00-$23.00, el riesgo de transferencia de precios de productos y servicios hacia el consumidor se incrementarían, con lo que la inflación tendría un rebote al alza fuerte y, en su caso, las tasas de interés tendrán que seguir subiendo hasta encontrar un punto de equilibrio.

La economía se vería afectada, además, por una falta de confianza y de inversión privada. Con ello aumentaría la probabilidad de ver una economía en contracción y/o recesión durante 2019.

Entrando en una fase así, la posición del gobierno será de mayor confrontación con la iniciativa privada. Es muy probable que empezara a centralizar más decisiones políticas, sociales y económicas.

Importante es reflexionar el VOTO. Qué queremos para nosotros, para nuestras familias y para México. Nuestro empleo y bienestar están en juego. Es cierto que hay muchas cosas que mejorar, sobre todo en aspectos clave como la corrupción y la seguridad.