Un integrante del CEN del PRI, de los más altos niveles, lo reconoce sin tapujos: “Si hoy fueran las elecciones (parlamentarias de 2015) nos iría muy mal, perderíamos la condición de primera fuerza en la Cámara de Diputados y retrocederíamos hasta 15 puntos de votación”. El dicho de este dirigente priista tiene un sustento; las encuestas que de manera interna se manejan en la dirigencia nacional priista, arrojan que la intención de voto por ese partido, con miras a las votaciones federales del próximo año, ha caído a niveles que ya causan alarma entre la cúpula del partido tricolor.
Según esas encuestas que han sido ordenadas por el propio PRI a varias casas encuestadoras, la pérdida de curules para ese partido con los niveles de votación que se registran a poco más de un año de los comicios intermedios sería significativa y se calcula hasta en 100 distritos que estarían en riesgo, lo que llevaría al priismo a perder su actual condición de primera minoría en San Lázaro con 207 diputados que tienen actualmente.
A la pregunta de qué partido se beneficiaría con un retroceso del PRI, las encuestas en cuestión arrojan que habría un reparto más o menos equitativo de las curules que perderían los priistas, entre el PAN y el PRD, que actualmente tienen 114 y 101 diputados respectivamente; es decir que según esas proyecciones, a 13 meses de la elección la bancada priista podría pasar, si se mantienen esas tendencias, al tercer lugar en la Cámara de Diputados por debajo de las fracciones del panismo y el perredismo.
Eso es lo que ha desatado la alarma entre los dirigentes del PRI que ven con preocupación cómo su partido ha caído en las intenciones de voto por diversas razones. La primera que mencionan es la economía y el hecho de que, a dos meses de concluir el primer semestre del 2014, los indicadores macro y microeconómicos simplemente no mejoran y el panorama de recuperación y crecimiento parece incierto para este año de acuerdo con diversos analistas y organismos que ya empiezan a recortar las cifras de crecimiento estimadas para el periodo.
La falta de mejoría económica en el presente año, ligada a un 2013 que resultó desastroso para la mayoría de los sectores económicos y sociales, son la principal causa a la que los priistas atribuyen su caída en las encuestas electorales; sin embargo, aunque no lo dicen abiertamente, el retroceso también está asociado directamente a la mala calificación que otorgan los ciudadanos al desempeño del presidente Enrique Peña Nieto.
Las últimas encuestas, tanto las internas de Los Pinos como algunos sondeos publicados en los medios, confirmaron la tendencia que se viene dando desde hace varios meses: que el Presidente también ha sufrido una caída importante en sus niveles de aceptación y popularidad. La última encuesta de GEA-ISA, por ejemplo, ubica al Presidente con 37% de aceptación, con una caída de 18 puntos porcentuales y una calificación negativa a su gobierno de 52% de los mexicanos. El mal paso de la economía, el rechazo a la reforma fiscal y la inseguridad aparecen como los principales factores que han golpeado la calificación de Enrique Peña Nieto.
Así es que los priistas, aunque leales al Presidente, no dejan de ver con preocupación cada vez mayor, que la falta de resultados concretos en el terreno económico, en el de la seguridad y también en la concreción de las reformas estructurales de Peña Nieto, les está afectando en tanto partido del gobierno. La voz de alarma ha sido dada y ya hay expresiones de cierta inconformidad priista como la rebelión en la fracción del PRI en el Senado que se negó a aprobar la reforma político-electoral en el actual periodo ordinario por considerar que se estaba cediendo demasiado a las exigencias del PAN.
Al final el priismo, sobre todo el autonombrado “nuevo PRI” de Peña Nieto, es tan institucional como el que más y así como se les escucha preocupados también se les oye decir que “se va a corregir el rumbo y mejorarán las encuestas”, pero eso no quita que en estos momentos el priismo esté en el ácido y se encuentre en el tercer lugar de las preferencias electorales. Afortunadamente para ellos las elecciones no son hoy, pero ¿será muy diferente la situación del país y de los mexicanos en un año que resta para las votaciones?
NOTAS INDISCRETAS… La torpeza del gobernador Gabino Cué quedó exhibida por él mismo al nombrar y destituir a un director del Instituto Estatal de Educación en menos de 24 horas. Las razones esgrimidas por Cué para revocar el nombramiento que él mismo había dado a Guillermo Sánchez sólo confirman lo que tanto han dicho del gobernador sus críticos: que el suyo es un gobierno caótico y que no tiene el control del estado… Un escándalo ha estallado en la Universidad de las Américas de Puebla e involucra directamente a su rector Luis Ernesto Derbez. Resulta que uno de los miembros de la Fundación de la UDLA, Guillermo Jenkins de Landa, presentó una denuncia ante la Junta de Beneficencia Privada de Puebla por corrupción, violaciones estatutarias y falsificación de documentos en contra de cinco integrantes de la Fundación universitaria, a los que pide destituir e investigar también al rector Derbez y a su grupo más cercano. Según Jenkins se debe investigar el manejo de un Fondo de retiro Voluntario que tiene el fideicomiso 10827-6 con Banamex, pues se desconoce el destino de al menos 45 millones de pesos que pertenecen a los trabajadores universitarios… Los dados repiten. Escalera. La semana promete.
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