Una vez superadas las elecciones internas del PAN, en el bando ganador, el de Gustavo Madero, empezó un nuevo debate. Más allá de las negociaciones con el equipo de Ernesto Cordero, que están algo empantanadas, lo que más preocupa es la relación con el PRD. Los panistas tienen claro que van con el PRI para aprobar las leyes secundarias de la reforma energética, pero quieren cuidar las formas para lastimar lo menos posible la relación con el sol azteca, pues saben que en las elecciones de 2015 necesitarán aliarse con los perredistas en varios estados para dar batalla y no fortalecer al PRI.
El debate económico está lejos de terminarse y, por el contrario, el reconocimiento de la Secretaría de Hacienda, a través del subsecretario Fernando Aportela, de un menor crecimiento en 2014 (recortó el pronóstico de 3.9% a 2.7%) da más armas a sus detractores. De hecho, será uno de los instrumentos de presión de la oposición en las negociaciones de las leyes secundarias de la reforma energética, pues con la fiscal se le dotó al gobierno de más recursos y éstos no se han visto reflejados.
Que el sábado, en una fiesta celebrada en Acapulco con motivo del cumpleaños de uno de los abogados más prestigiados de este país, se dieron cita personalidades tanto de la política como del mundo del espectáculo. Entre los invitados estuvieron el gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano, el de Tlaxcala, Mariano González, y el de Chiapas, Manuel Velasco, a quien le tocó sentarse al lado del ex presidente Carlos Salinas, con el que entabló una amena charla. ¿Será que el ex presidente le andaba dando consejos de cómo llegar a la silla presidencial en el 2018?
Que las cosas para el jefe delegacional en Álvaro Obregón, Leonel Luna, están color de hormiga por el caso del conflicto en San Bartolo Ameyalco. Por un lado fue desconocido por la Asamblea del Pueblo; por otro, uno de los aspirantes a ser candidato a esa demarcación en el 2015, el diputado local Eduardo Santillán, de plano dijo que está rebasado en el caso y solicitó urgente la intervención de la CNDH para que se pueda reestablecer el diálogo con los habitantes y el gobierno. ¿Será que sus enemigos políticos quieren que caiga?
