Si Barack Obama llega mañana a México con el mismo buen humor que desplegó el sábado en su cena con los corresponsales de la Casa Blanca, ¡sí que tendremos una visita histórica!, bromeaban diplomáticos mexicanos.
Mencionaban lo anterior por las reseñas que plasmaban algunas de las bromas y pullas del mandatario estadunidense que arrancaron carcajadas de los asistentes, como aquella en la que se refirió a quienes han dudado de su religión (él es cristiano) con esta frase: “Estos días me miro en el espejo y tengo que reconocer que no soy el arrebatador socialista musulmán que solía ser…".
Del lado del gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo pronto, hay nerviosismo, aun y cuando los secretarios de Gobernación, Hacienda, el canciller y el procurador General de la República se han reunido con sus contrapartes en EU para afinar el encuentro y las decisiones que suscribirán los presidentes durante su encuentro.
De ambos lados se ha dicho que el tema central que se abordará será el de desarrollo económico. El tema energético, por supuesto, está sobre la mesa.
Seguridad y narcotráfico también forman parte de la agenda, pero se ha decidido que estos temas no sean el foco principal de la visita. Migración y educación, complementarían los temas de la agenda.
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RESPETO Y CONFIANZA.- Hasta el momento, los actos públicos de la visita a México del presidente de los Estados Unidos hasta donde se sabe son, para el martes: la recepción oficial en Los Pinos, cena de Estado; una conferencia de prensa en la que habrá cuatro preguntas: dos para reporteros que acompañan a Obama y dos para periodistas que cubren a Peña Nieto. Para el miércoles sólo se ha confirmado un discurso que pronunciará Obama para la “Juventud de México”, organizado por la embajada estadunidense.
Pero más allá de la agenda per se, en el “relanzamiento” de las relaciones entre México y Estados Unidos que se busca en este nuevo gobierno encabezado por el PRI, el principal propósito el establecer las bases de “un marco de respeto” para la relación entre los dos países y lograr un ambiente “de confianza mutuos”.
No es poca cosa, dada la rémora del pasado del PRI en el poder por un lado, y la apertura de puertas que tuvo el gobierno de Felipe Calderón con los estadunidenses. Situación que ahora quiere acotarse.
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ARGENTINA ESCONDE LA CABEZA.- Por lo visto Argentina no puede celebrar abiertamente el ascenso internacional de sus hijos. En unos días, en Holanda subirá al trono Guillermo Alexander, el hijo mayor de la Reina Beatriz, quien abdicara luego de 33 anos.
Guillermo Alexander está casado con la argentina Máxima Zorreguieta, hija de Jorge Zorreguieta, quien fuera ministro de Agricultura y ganadería del último régimen militar argentino (régimen sentenciado como una de las más violentas dictaduras por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, sitio donde se asienta el palacio real).
La historia es tal que Jorge Zorreguieta fue considerado persona non grata en Holanda para asistir al matrimonio de su hija en 2001 y no está invitado a la coronación el próximo 30 de abril. la periodista Ethel Riquelme acudió personalmente a la embajada argentina en La Haya para conocer la opinión del gobierno de Cristina Fernández, que en menos de dos meses cuenta con dos personajes de la vida internacional y simplemente le dijeron que sobre este tema no tienen nada que decir… ¿y del Papa? les preguntó, "ah, tampoco".
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GEMAS: Regalito de Barack Obama: "Sé que la CNN ha tenido últimamente algunos golpes, pero el hecho es que admiro su compromiso para cubrir todas las partes de una historia, por si acaso resulta que una de ellas es precisa".
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