A mí lo de la quiebra de Pemex casi no me preocupa. ¿Que este año, el último del glorioso sexenio obradorista, la petrolera sigue sin remontar pese al billetote que se le asignó en el presupuesto? No pasa nada. El Presidente Eterno habla con Claudia y la sensibiliza respecto a la necesidad de seguirle inyectando pesos frescos durante el sexenio por venir, hasta que –disculparán el vocabulario, pero es que el furor o nacionalista le gana a uno– la madresota esa vuelva a arrancar.

¿Que hay que hacer cambios? Pues se hacen. Hay que reconocer que nuestro Presidente, pese a que es prácticamente infalible, presenta áreas de oportunidad, y una de ellas es la selección de personal. No: increíblemente, Octavio Romero, pese a su sólida formación como ingeniero agrónomo, no ha funcionado del todo bien. No pasa nada: un ensayo y error de 770 mil millones de pesos lo tiene cualquiera.

Pero es posible que haya que pensar en un cambio que, desde luego, tampoco es motivo de preocupación. Porque si bien es cierto que no podemos mover a Petróleos al licenciado Bartlett, quien también tiene sus áreas de oportunidad, una de las cuales es la administración del dinero (del público), lo cierto es que gente anclada en el ámbito rural para tomar la estafeta, sobra. En cuanto al tío Octavio, siempre podemos aprovechar su elocuencia en el Congreso.

¿Que ni la eventual inyección de lana logra el rescate? Calma. No estaríamos ante un problema sino frente –uso la expresión por tercera vez– un área de oportunidad. Ante esa eventualidad, te pones en plan cardenista y llamas al pueblo bueno a rescatar la empresa de todos, onda expropiación petrolera.

Imagínense: el Zócalo lleno de la gallina donada por el campesino de la huasteca, el galón de jugo de caña extraído por el trapiche de Genaro, el Cartier del diputado comprometido con la causa. Conmovedor.

Hubiera estado bonito que le tocara al segundo Presidente más popular del mundo, pero también está padre que su sucesora pruebe las mieles del amor solovino, el más puro.

No, casi no me preocupa lo de Pemex. Casi. Queda un resquicio de angustia. Leo que Baker Hughes está por tomar medidas legales ante el impago de Pemex. Mi inquietud es, ¿va a tener que pagar renta el bodocón? Señor Presidente, tiene que hacer algo, con urgencia.

Ese muchacho no puede sufrir más. Imagínese cómo se va a poner el ambiente en casa, si en la fiesta de Sinaloa, tan exitosa, le tocó un beso tan desmejorado de la Carolyn. Recuerde: “Por el bien de todos, primero la prole”.

 

      @juliopatan09