Alerta en los bancos de confianza. Han sido saqueados.
En la teoría financiera, los mercados perfectos subyacen en las simetrías de información con el objetivo de que todos los tomadores de decisiones sepan que en el precio de los activos se refleja absolutamente toda la información. Al parecer, y para el gobierno del presidente Obama, la agencia de calificación Standard&Poor’s no solo rompió con la condición difícilmente alcanzable como lo es la simetría de información sino que fue más allá: sobreestimó y promovió el valor de los paquetes de deuda estructurados con hipotecas basura. El nombre de la investigación llevada a cabo por la Oficina del fiscal general del Estado, es algo más que elocuente: Alquimia. Una investigación que fue secreta durante tres años, y ahora, Tony West, quien estuvo al frente de ella, comparó las calificaciones de bonos y derivados basados en hipotecas con las actividades de “los alquimistas medievales que trataron de convertir plomo en oro”.
En el ámbito académico se les considera barcos a los profes que eliminan la rigurosa evaluación objetiva sobre los conocimientos aprehendidos por sus respectivos alumnos. El placer a corto plazo, para los alumnos, se revierte a largo plazo; lo que parece una nimia anécdota se convierte en una tragedia nacional. Para qué hablar de cualquier país si México es el mejor ejemplo de la catástrofe: no sólo existen escuelas patito, también existen carreras patito. En el primer caso, los profes barcos son los que imponen condiciones.
Pues bien, Standard&Poor’s es una especie de profe que se encarga de evaluar el desempeño de sus alumnos (empresas y gobiernos) en materia de riesgo. Minimizar riesgos bajo el entorno clásico de las finanzas es un seguro muchas veces vital.
Estados Unidos reclama a McGraw-Hill, la propietaria de Standard&Poor’s, 5 mil millones de dólares. Cifra que representa la brecha entre la calificación Triple A a bonos basura. Es como cuando un profesor o escuela patitos le otorga a un alumno mención honorífica sabiendo que sus conocimientos son nulos.
El mercado ha castigado a McGraw-Hill en los últimos días, apelando a la información perfecta, el valor de sus acciones se han precipitado en un 25%.
El problema va más allá de Standard&Poor’s, es la confianza global. Reguladores de Reino Unido y Estados Unidos impusieron multas por un total de 450 millones de euros a The Royal of Scotland (RBS) por la participación de 21 de sus empleados en la manipulación de los tipos de interés interbancarios de Londres. El problema va más allá de The Royal Scotland: Barclays y UBS también han manipulado el valor de la tasas. Los traders de RBS como los de Barclays realizaban ofertas ficticias sobre tipos de interés a los que se estaba financiando el banco, para buscar que el Libor se ubicara en niveles óptimos para sus posiciones de inversión. El problema va más allá de Barclays. Un fondo de pensiones estadunidense presentó una demanda contra Repsol por no informar a la Bolsa de Nueva York el riesgo de expropiación de su filial en Argentina YPF por parte del gobierno de la presidenta Cristina Kirchner. El problema va más allá. Alerta en los bancos de confianza. Los han saqueado.
Es curioso que se piense que la mano invisible de la que habló Adam Smith resulta ser la condición óptima para la existencia del libre mercado. Lo de hoy, son los profes barcos. Las calificadoras financieras también son barcos.
Aclaración: pido una disculpa a los lectores pues, en el texto Beckham excita a París, di por hecho que Florence Cassez es una secuestradora, cuando en realidad, tuve que haber escrito “probable secuestradora”.