Sin ser tan mal gobernador y a pesar de sus blasones, Salvador Neme Castillo no concluyó su mandato en Tabasco.
Sucumbió cuando Carlos Salinas se cansó de tomas de pozos petroleros, conflictos insuflados por Andrés Manuel López y éxodo de la democracia.
Hubo, claro, un factor adicional.
Desde aquellos tiempos salinistas, el jefe del DDF, Manuel Camacho, era aliado del tabasqueño y lo apoyaba en sus plantones en el Zócalo.
Llegó al extremo pagar con tarjeta de crédito las tortas en el desaparecido restaurante Prendes y llevarlas a los manifestantes antes de pagar millones para el regreso de manifestantes.
-Los recibía El Peje a la salida de la autopista a Puebla -recuerdan altos funcionarios de aquel tiempo del DDF.
El mismo Camacho era uno de los funcionarios federales con derecho de picaporte en Los Pinos.
Neme Castillo, ex líder del Senado de la República y amigo de ex presidentes, no tuvo escapatoria: debió irse contra su voluntad y ser sustituido por Manuel Gurría Ordóñez, hechura del profesor Carlos Hank González.
Hoy la historia es su principal heredero.
CÓMO MALGASTAR UNA ORDEN DEL PRESIDENTE
Benito Neme Sastré tiene doble compadrazgo con el presidente Enrique Peña.
Esa cercanía le valió, amén de participar en la campaña, para influir en 2012 para la postulación de candidato del PRI a gobernador de Tabasco, favorable tras titubeos para Jesús Alí.
El desprestigio del gobierno de Andrés Granier, la ola a favor de Andrés Manuel López y la tardía postulación en la sucesión de 2012 contribuyeron a la victoria del perredista.
La derrota sumió al priismo en una crisis y, ante la escasez de cuadros, Neme Sastré era considerado un prospecto natural para 2018.
Hoy sus posibilidades están en duda.
No hay satisfacción por cómo ha manejado a Capufe, un organismo estatal generoso y con suficiente presupuesto para el lucimiento.
De poco sirvió la orden del presidente Peña Nieto de mantener la reducción de 50% a las tarifas de la autopista México-Acapulco para reactivar la actividad turística del puerto.
La echó a perder con el cambio de concesionario del IAVE -sí, IAVE por IAVE-, con un concurso amañado, cuestionado por los propios contralores, mal difundido y para colmo asignado a gente cercana al poder.
El presidente sabrá cuánto lo tolera, pero de momento bajan sus bonos y lo alejan de la gubernatura de Tabasco.
Al menos su padre tomó posesión y se enfrentó a un caudillo -Andrés Manuel López-cuyo objetivo era incendiar el estado a través de los pozos petroleros de Tabasco, pero Neme Sastré ni la candidatura ha alcanzado.
EL PEJE NO INSTRUYÓ BIEN A FERNANDO MAYANS
1.-El mesías tropical Andrés Manuel López no instruye bien a sus discípulos.
Se vio ayer cuando el todavía perredista e inminente militante de Morena Fernando Mayans subió a la tribuna del Senado para elogiar la reforma energética del gobierno de Enrique Peña, de la cual era crítico.
Ni el coordinador Miguel Barbosa lo podría creer.
2.- Pocos reconocimientos a la oposición como el del coordinador priista Manlio Fabio Beltrones a diputados de varios partidos.
Si avanzaron las leyes complementarias de la reforma energética, señaló, es porque hubo respaldo de varias fuerzas políticas y coincidieron con las iniciativas del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Y 3.- la tortura de Benito Neme Sastré se acrecentará con una comparecencia en el Senado de la República para tratar el mal manejo de Capufe.
Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, informó las razones del citatorio:
“Para que nos explique el desastre que está ocurriendo en las autopistas concesionadas con este cambio en el sistema IAVE, porque francamente las afectaciones a los conductores, a los automovilistas, a los transportes son enormes. Se hizo de una manera precipitada, desordenada, desinformada”.
El beneficiario de la licitación es otro tema a aclarar.
