Febrero avanza y las iniciativas de las leyes reglamentarias no aparecen.
No es culpa del gobierno.
Al presidente Enrique Peña le interesa culminar esos procesos legislativos para empezar a recibir los frutos de las reformas estructurales, en especial la energética y la de telecomunicaciones.
No quiere ir al vacío.
Sigue en busca de consensos pero no los encuentra con los partidos de oposición, cuyas tribus no se ponen de acuerdo en temas fundamentales y afilan lanzas para las sucesiones de Gustavo Madero y Jesús Zambrano.
Están a la vista los pleitos en Acción Nacional (PAN) como en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Eso obliga a hacer negociaciones con todos los grupos para no trabajar en falso.
Un caso: el dirigente panista Gustavo Madero desea continuar con el cumplimiento de los objetivos del Pacto por México, pero es incapaz de garantizar el voto colectivo de sus bancadas en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.
A su vez, Ernesto Cordero desconoce a su presidente y al coordinador Jorge Luis Preciado, por lo cual reclama trato directo de su grupo con el gobierno.
El calderonista asegura tener la lealtad de la mayoría de los senadores azules y amaga con obstaculizar su aprobación si no se le reconoce esa representatividad.
DISIDENCIAS: CORDERO EN EL PAN, BEJARANO EN EL PRD
El retraso ya causa preocupaciones en algunas bancadas.
En especial la de los priistas Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, en quienes descansa el compromiso de integrar un frente con otros partidos.
De su lado están el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuya alianza legislativa se perfila para todo el trienio, y unos cuantos sufragios del Partido Nueva Alianza (Panal).
La falta de acuerdos del gobierno con el PAN y el PRD ha dado tiempo de avanzar la previsible alianza de la izquierda en contra de prácticamente todas las reformas pendientes de leyes secundarias.
Si no se alcanzan los entendimientos en las próximas horas o días, podría adherirse a este frente el ala dura del perredismo -con René Bejarano a la cabeza- y dificultar la búsqueda de votos para alcanzar la necesaria mayoría simple.
Hasta hoy los proyectos van de un lado a otro, de revisión en revisión.
A unos les agradan algunas disposiciones y a otros no, unos las palomean y otros las tachan.
Sucede en especial en el PAN con Gustavo Madero y los calderonistas liderados por Ernesto Cordero.
O, en el PRD, con el bando de Los Chuchos y la eterna oposición de la Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano y demás simpatizantes de Andrés Manuel López.
Y mientras van y vienen los proyectos, el tiempo se acorta y se reducen las posibilidades de una discusión sosegada y reflexiva en ambas cámaras del Poder Legislativo.
EL MINISTRO COSSÍO NO TIENE PROMOTOR EN LA CORTE
1.- Debiera ser un acontecimiento para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la incorporación de un ministro a El Colegio Nacional.
Pero al parecer en ese cuerpo también priman los conflictos internos.
La Corte no ha publicitado la ceremonia programada para este día a las 19:00 horas, cuando José Ramón Cossío presentará su conferencia magistral de ingreso y recibirá la constancia y la bienvenida por Héctor Fix Zamudio.
Un antecedente: Cossío contendió por la presidencia de ese órgano colegiado contra Juan Silva Meza, su titular actual.
2.- Por fin Chiapas contará con un aeropuerto comercial de dimensiones considerables.
Fue construido en Palenque, tendrá influencia en Chiapas y Tabasco y lo inaugurará el presidente Enrique Peña acompañado del gobernador Manuel Velasco.
Y 3.- ayer hubo intercambio de regalos entre los gobernadores de Illinois, Pat Quinn, y del estado de México, Eruviel Ávila.
El mexicano le obsequió una réplica de la campana de Dolores y un tapete de Temoaya, y recibió de su anfitrión en Chicago imágenes de Abraham Lincoln, Benito Juárez y el ex canciller oaxaqueño Matías Romero.