A principios de año, los senadores de Acción Nacional (PAN) recibieron una orden:
–Todos vamos con Santiago Nieto Castillo para fiscal electoral. Es el mejor perfil.
A esta instrucción se sumaron los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD):
–No hay otro –les dijeron.
Y sí, todos votaron por él.
Hoy, cuando se ha demostrado el conflicto de intereses, cuando se ha desenmascarado el ocultamiento de información para permitirle ser garante de imparcialidad en los procesos electorales, la orden se repite:
–Vamos a defenderlo.
–Nos lo vendieron como alguien nuestro, surgido del PAN e identificado con nosotros –me dijo ayer un influyente senador azul. –Por eso no lo vamos a dejar caer.
Y si los panistas lo ven como propio y los perredistas son sus asesorados, ayer ratificaron su alianza para defenderlo y no dejar ir a quien es uno de sus principales escuderos contra los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM).
Diferente suerte tendrá Nieto Castillo si en un acto de honradez reconoce haber ocultado información y ser ariete anti priista y anti verde.
Pero la honestidad no es característica de muchos actores públicos mexicanos.
PAN y PRD burlan la ley electoral y al INE
El priismo de Manlio Fabio Beltrones ha decidido postular únicamente candidatos de unidad.
Esto significa no permitir la inscripción de más de un candidato a gobernador del estado y no realizar consultas para perfilar a los abanderados a gobernadores en los 12 estados donde habrá elecciones en 2016.
Una docena porque Colima ya estaba resuelta de antemano con la postulación repetida de José Ignacio Peralta, a quien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le quitó el triunfo con grabaciones obtenidas sin orden judicial.
El PRI de Beltrones también ha decidido resolver en 2015 tres abanderados –Durango, Aguascalientes y Tlaxcala– y dejar para el nuevo año a sus representantes en los nueve estados restantes.
Durango está definido con Esteban Villegas, lo cual confirma la continuación de la corriente de los dos últimos gobernadores, Ismael Hernández y Jorge Herrera.
Es el fin de la vieja corriente tricolor expresada en sus tres anteriores mandatarios: José Ramírez Gamero, Maximiliano Silerio Esparza y Ángel Sergio Guerrero Mier.
En Aguascalientes y Tlaxcala dos mujeres son mano, respectivamente: la puntera Lorena Martínez y Guadalupe Sánchez, la más competitiva del PRI.
De acuerdo con encuestas fiables, la panista Adriana Dávila va adelante en Tlaxcala con 18.5%, pero la priista le sigue no muy lejos: 15.4%.
En Aguascalientes la ex alcaldesa de la capital Lorena Martínez tiene un gran obstáculo: el gobernador Carlos Lozano, quien la desplazó porque no es de sus simpatías.
Simulación de contiendas para ganar votos
Hasta aquí todo entra en el juego político.
Pero también está a la vista una estrategia para burlar la ley electoral y al Instituto Nacional Electoral (INE).
Como no están en competencia en todos lados, Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) buscan cómo posicionarse para competir por las gubernaturas.
Una pista:
Unidos o solos, panistas y perredistas simularán competencias internas a fin de ganar difusión en prensa, spots en radio y televisión y al final de la jornada preferencias electorales.
Y como la ley es laxa, el INE de Lorenzo Córdova puede mantenerse al margen mientras en sus propias barbas se realiza una competencia artificial.
Dicho de otra manera: hay un precandidato real y un precandidato sin ninguna posibilidad para hacer de comparsa y reposicionar al partido (PAN y PRD, o ambos) rumbo a la elección constitucional.
¿Juego limpio?
No, pero sí juego legal.
Esas son nuestras leyes y esas nuestras autoridades, incapaces de intervenir y de supervisar procesos de equidad y de credibilidad pese a una y mil reformas.