¿Queremos disminuir el delito? Capturemos a los responsables. En la reducción de homicidios dolosos la autoridad debe mantenerse en la línea de aumentar los detenidos con presunta culpabilidad.
De la inacción y el desorden en las investigaciones característico de hace seis años con cinco meses, en la entonces Procuraduría, se pasó a un trabajo coordinado, fortalecido por operación y énfasis en las dimensiones técnico-científicas.
Maquillaje de cifras, clasificación de las muertes hacia una categoría distinta a la dolosa —como el suicidio—, la reintegración de las carpetas de investigación cuando pasaban de la Fiscalía Desconcentrada a la Central eran sólo algunas de las prácticas favorecedoras de la impunidad.
A diferencia de lo que ocurría entonces, ahora es verificable la evolución institucional, con bases de datos robustas en genética y balística, mejoramiento del trabajo pericial y contribución del sistema de videovigilancia.
Desde la Fiscalía General de Justicia, encabezada por Bertha Alcalde Luján, se demuestra disposición para enfrentar una problemática detestada por la ciudadanía y la cual afecta la percepción de seguridad y la confianza general: la impunidad.
Algunos resultados a favor del argumento de mejorar. En una tendencia iniciada en la capital nacional durante la administración de la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum, entre 2019 y 2024, los homicidios dolosos disminuyeron 42 por ciento, aumentaron 93 por ciento las detenciones y en 160 por ciento las órdenes de aprehensión cumplidas.
Las fiscalías, como órganos encargados de la investigación y persecución de delitos, desempeñan un papel crucial. Sin compromiso comunitario, operativo y científico, la realidad y la estadística empeorarían drásticamente.
Ejemplos concretos. Guanajuato y Morelos, los cuales junto con Colima lideran la tasa de víctimas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes —el Bajío con 5.5 y la segunda con 5.3—, tuvieron en Carlos Zamarripa y Uriel Carmona fiscales con bajos resultados.
Ahora, ambas entidades tienen la oportunidad de construir un modelo de intervención con capacidad para perseguir y sancionar los crímenes.
La estrategia inicia con un liderazgo consistente. En la capital nacional, las reuniones del Gabinete de Seguridad encabezado por la jefa de Gobierno Clara Brugada, ayudan a revisar, redefinir y concretar acciones frente a delitos de alto impacto.
Un modelo contra los asesinatos, fortalecido con la videovigilancia desde el C5, la capacitación de los agentes de la fiscalía, así como la adopción de tecnologías avanzadas para la recopilación y análisis de pruebas.
El crimen sí tiene castigo.
@guerrerochipres
