@guerrerochipres

 

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para designar a la ministra Norma Lucía Piña Hernández como su presidenta durante los próximos cuatro años, en sustitución de Arturo Zaldívar, supone desde ya la probabilidad de disminuir aún más los índices de evasión disfrazados de condonación de impuestos.

Implica, además, que el presidente Andrés Manuel López Obrador no tenía ninguna determinación preestablecida para imponer a otra candidata o que a pesar de lo que dicen sus malquerientes, no vivimos en ninguna dictadura o prólogo de alguna.

Hasta el cierre de 2026, la ministra Piña Hernández, primera mujer en presidir el máximo tribunal, tendrá la oportunidad de consolidar el trabajo en el Poder Judicial de la Federación por el combate a la corrupción que ya ha dado importantes pasos en los últimos años y de esa manera, desde trincheras distintas, existen posibilidades de alineación colaborativa entre poder Ejecutivo y Judicial.

En febrero de 2022, con un solo voto en contra, la SCJN negó un amparo a la farmacéutica Actifirma que buscaba evitar el pago de una tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 10%.

Los accionistas de la empresa farmacéutica habían logrado ganar el amparo en una primera instancia en un juzgado de distrito; sin embargo, tras revisar, la Suprema Corte resolvió negárselo.

Otro ejemplo, en 2021 el máximo tribunal de nuestro país negó otro amparo promovido por los exaccionistas de Grupo Modelo. Este buscaba una devolución de cerca de 35 mil millones de pesos, igualmente por el pago de ISR.

Como señaló en su conferencia de prensa ayer la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el tema central es que la Corte no puede servir a intereses particulares, sino a los de la ciudadanía. En este caso, a través del combate a la corrupción y condonación de impuestos a grandes empresas y firmas.

Tras lograr en la tercera ronda de la deliberación los seis votos necesarios, la ministra Piña Hernández, ahora presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señaló en su discurso: “Ni victoriosa ni triunfante, hoy me dirijo a ustedes honrada, comprometida, responsabilizada, obligada jurídica y moralmente a representarlos; a representar al Poder Judicial de la Federación con convicción y entrega(…)”.

Que una mujer comprometida con la agenda favorecedora de la igualdad sustantiva presida el máximo tribunal de nuestro país es, sin duda, evidencia del momento que vive la nación. Mujeres al frente.