Aunque no hubo un acuerdo o negociación expresa de por medio, los panistas decidieron bajarle al tono estridente a su disputa por el partido en aras de que la enconada fractura entre maderistas y calderonistas no afectara los resultados del PAN en los comicios del 14 de julio en varios estados.
A ninguno de los dos grupos le interesa ni le conviene ser señalado como responsable de posibles derrotas del panismo por sus pleitos encarnizados, por lo que, en una acción de valores entendidos, abrieron una especie de tregua electoral en su guerra interna.
Gustavo Madero y su grupo están metidos de lleno en dos estados que son su prioridad en estos comicios locales: Baja California y Veracruz. Con base en sus encuestas internas, el PAN afirma llevar una ventaja de seis puntos con su candidato Francisco Vega sobre el priista Fernando Castro Trenti en los comicios bajacalifornianos. Madero sabe que el resultado en Baja California es clave para su supervivencia en el partido y en buena medida se juega su resto y su posibilidad de buscar la reelección en diciembre en estos comicios.
En Veracruz, el grupo maderista está peleando con todo por los municipios más importantes como el Puerto, Boca del Río y Coatzacoalcos, donde las encuestas dan posibilidades de triunfo a los candidatos panistas, al igual que en varios distritos importantes. Por alguna razón, tal vez sean sus encuestas internas o tal vez algo más, a Madero se le escucha decir muy seguro que el 14 de julio entregará “los mejores resultados electorales que haya tenido el PAN en los últimos años y tendremos avances importantes en municipios y congresos locales de varios estados”.
Mientras tanto, el grupo de los calderonistas ha concentrado sus esfuerzos de campaña en Puebla, donde apoyan con todo la campaña del candidato a la alcaldía de la capital poblana, Antonio Gali. A Javier Lozano, a Ernesto Cordero y a Max Cortazar se les ha visto coordinando estrategias en Puebla donde, en alianza con el gobernador Rafael Moreno Valle, los calderonistas apuestan a mantener las posiciones panistas y a hacer de Puebla un bastión de su grupo en la disputa por la dirigencia del PAN que librarán en diciembre con Cordero como candidato.
Así que por unas semanas el país descansará del espectáculo nacional en que se había convertido la cruenta lucha interna del PAN, pero no por mucho tiempo porque en cuánto se conozcan los resultados del 14 de julio vendrán los ajustes de cuentas y cobros de facturas, según le vaya a cada grupo de panistas. Luego en septiembre, en cuanto arranque el nuevo periodo de sesiones en el Senado, el nuevo coordinador parlamentario Jorge Luis Preciado renovará varias presidencias de comisiones y removerá a varios senadores calderonistas que se quedarán sin hueso. Y entonces la guerra azul continuará con toda su rudeza.
NOTAS INDISCRETAS…A propósito de Veracruz, hay quien afirma que los dos grandes damnificados de estas elecciones, Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes fueron objeto de una negociación de alto nivel, pues mientras al ex gobernador el PRI lo bajó de su lista de candidatos a diputados plurinominales definitivamente, el PAN decidió pasar a Yunes del lugar número 1 al 8 de la lista, con lo que prácticamente queda fuera de posibilidades de arribar al Congreso local. Es casi seguro que el pacto entre panistas y prisitas fue “tú quitas a tu alacrán y yo al mío”, y de paso evitaron que la eterna disputa Herrera-Yunes contaminara aún más el ya de por sí enconado proceso en el estado…Por motivos que no están del todo claros, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, no se ha decidido a nombrar al titular de la Casa de Moneda de México, que se encuentra acéfala y bajo el mando de un encargado de despacho desde la salida del panista Marcelo de los Santos, quien dejó un desorden administrativo y financiero desde antes de que terminara el sexenio pasado. El polémico ex gobernador potosino fue el último titular de la institución que emite el circulante mexicano en monedas y al parecer Videgaray no ha encontrado aún a quién nombrar…Se tropiezan los dados. Doble Serpiente.
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