Internet vive en algún lugar, también tu información y todo lo que los gobiernos generan. Pocos se ponen a pensar dónde están todos los datos que generamos. Te doy algunas ubicaciones de centros de almacenamiento estratégicos en México: boulevard Magnocentro 6, en Interlomas; Alfonso Nápoles Gándara 50, en Santa Fe; avenida Gómez Morín 350, San Pedro Garza García, Nuevo León; y avenida Benito Juárez 20, en Tultitlán, Estado de México.

 

Internet vive en unas grandes bodegas que almacenan cajas que necesitan refrigeración especial y mucha energía eléctrica para que sus luces nunca dejen de parpadear. Esos espacios llenos de servidores son elegidos estratégicamente por su ubicación geográfica y condiciones ambientales.

 

Requieren seguridad especial, pues además de la red, la información que generan empresas y gobiernos se almacena en esos centros de datos para que nunca se pierdan.

 

Una de las empresas que se especializa en almacenar y administrar esa información es redIT.

 

“Somos orgullosamente mexicanos”, me dice Hugo García, director general adjunto de la firma.

 

Estos mexicanos son tan buenos que uno de sus socios es precisamente un grupo que le diseña y administra centros de datos a Google, el monstruo de Mountain View que hasta hace poco ocultaba la dirección y fotos del interior de sus granjas de servidores como cualquiera de sus sitios prohibidos.

 

La empresa la fundaron en 1996. La mayoría de las empresas que entraron al negocio de las telecomunicaciones en ese entonces pensaba en la larga distancia. La inversión en fibra óptica era la tendencia.

 

La empresa identificó en su momento que esos operadores de larga distancia necesitarían complementar su red con redes metropolitanas. Así nacen como Metronet, que construye y opera redes de fibra óptica en las metrópolis.

 

Así arrancó la empresa. En 1998 entraron en operaciones. Tuvieron buenos resultados. En el 2000 arrancaron una nueva unidad de negocios, proveer servicios de centros de datos. Construyeron en Monterrey y en la Ciudad de México los primeros.

 

Le garantizaban a los clientes acceso a su información de forma segura y en cualquier momento que lo requirieran.

 

En aquél entonces eran unos espacios pequeños. La oferta era que el cliente llevara la infraestructura y ellos la operaban. Con el tiempo fueron evolucionando. Se daba también el servicio de espacio y energía eléctrica. En ese entonces era difícil vender estos servicios.

 

“Pasamos unos años muy complicados”, revela García. “Principalmente quienes podrían estar interesados en esos servicios eran empresas medianas. No tenían personal técnico o los recursos de capital para invertir en tecnologías para su uso exclusivo”.

 

Una de las empresas que tenía las mismas necesidades que los grandes corporativos, pero no los recursos, era una cadena farmacéutica que en aquél entonces sólo operaba en el estado de Chiapas y que hoy tiene cientos de sucursales en todo el país, Farmacias del Ahorro.

 

“El primer servicio que les dimos a ellos fue entregarles cuentas de correo electrónico”.

 

“Pero esa es sólo una historia, tenemos muchas…”.

 

Hoy redIT quiere verse como el socio por excelencia en temas de tecnologías de información y telecomunicaciones. Tiene incluso dos centros de datos en San Diego, California.

 

“Así es como queremos que el mercado nos identifique. Que el día que tengas un requerimiento de tecnología o comunicaciones, lo primero que se te ocurra sea nuestra marca”.

 

Dice que los centros de datos dentro de poco tiempo le interesarán a todos los mexicanos.

 

“Cada vez es más relevante para las personas saber dónde está guardada su información”, dice Hugo García. “Hoy con estos dispositivos –mira su smartphone—todos los días estamos generando y consumiendo información. Entonces, sabemos que muy pronto habrá más conciencia de dónde se guarda. Por eso es importante que nuestra marca sea reconocida”.

 

Recuerda que en 1999 compró su primera cámara digital y muchos como él se preguntan: ¿Ahora dónde guardo tanta información?

 

“Mientras más guardas, lo primero que te preocupa es saber qué pasará el día que lo quieras consultar. Cómo voy a saber en dónde lo guardé. Entonces, muy pronto, mucha de esa información personal tendrás que guardarla en algún servicio, no necesariamente en tus dispositivos. Vas a querer que alguien mantenga tu información segura y disponible siempre. Esa es una necesidad que no muchos han identificado como algo que se va a requerir”.

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