Parece increíble, pero nadie prepara a la gente para ser famosa, y aun cuando tienen asesoría, no hacen caso. Aunque tengan manager o agencias de relaciones públicas, las estrellas prefieren tomar sus decisiones, en pocas palabras no se dejan guiar.
Lo digo porque apenas hace unos días, la conductora Vanessa Huppenkothen desmintió que se estuviera divorciando y aseguró que se mudaba a otro departamento sólo por gusto, pero era un hecho que seguía al lado de su marido, Juan Fernández. Hasta ahí, todo iba bien, pero a los 3 días aparece una entrevista en la revista Caras, donde Vanessa confirma su divorcio.
Entonces, ¿con qué cara, dice que TVnotas que fue la revista que publicó toda esta historia, miente? Cuando ella, en dado caso, hizo lo mismo. Lo único que logra es confundir a la gente que la sigue y cree en ella.
Si había una estrategia, ¿por qué no hizo caso? ¿Por qué les cuesta tanto trabajo seguir consejos que son para su conveniencia? No lo entiendo, creo que no les queda claro, que para construir una imagen se necesitan años y para destruirla tan sólo un día.
Siguiendo con el tema, primero la involucraron con el comentarista deportivo, Miguel Gurwitz, quien ha pasado terribles momentos, pues él no tiene nada que ver con ella y ahora dicen que el romance es con Memo Schutz. Lo cierto es que tendrá que dar la cara nuevamente, pues ambos son casados y no tendría caso perjudicar a sus familias por este enredo amoroso.
Lo único que nos queda claro es que Vanessa se ha divorciado y ahora entrará al reality Bailando por un sueño.
Hay más....pero hasta ahí les cuento.