¿Sabías que la canción del Cielito Lindo nació en el DF?
En la plaza de Santiago Tulyehualco hay un busto de bronce prácticamente olvidado. En las ferias tradicionales un lazo es atado a su base para detener la lona de algún puesto de nieve o atole de amaranto...
Se trata del busto de Quirino Mendoza, el autor de aquella canción convertida en himno, que resuena en los estadios extranjeros o nacionales cuando juega la selección nacional de futbol: Cielito Lindo.
Pocos saben que esta canción que se corea y se transmite por radio y TV, exaltada por los locutores, casi siempre de forma exagerada, es una pieza compuesta en la Ciudad de México. Sí, un pueblo de la capital del país, como hay muchos.
“De la Sierra Morena, cielito lindo vienen bajando, un par de ojitos negros, cielito lindo de contrabando...”
Y es precisamente esa frase la que provoca un debate: La Sierra Morena está en España, dicen, pero también es uno de los lugares por donde pasa Don Quijote de la Mancha, con Sancho Panza en la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, y de ahí podría haber tomado el lugar sin necesidad de visitarlo antes de componer la canción.
Lo cierto es que personas cercanas a su familia comentan que esa canción se la compuso a su esposa Catalina Martínez, y que las montañas que se encuentran entre Xochimilco y Milpa Alta podría ser el lugar por donde la vería caminar y en donde se enamoraría de aquel lunar que tenía junto a la boca y de esos ojitos negros.
Para llegar a Tulyehualco, si uno sale del centro del DF, se tiene que pasar primero por Xochimilco, delegación a la que pertenece. El pueblo tiene pequeñas calles, por lo que los fines de semana el tráfico es una característica de ese lugar. Uno de sus atractivos es la nieve y el amaranto.
“Quirino Mendoza Cortés, compositor tulyehualquense, autor: de Cielito Lindo”, puede leerse en la placa ubicada abajo del busto cruzado por una serie de lazos.
Pero pocas personas conocen de este lugar. Para muchos ir a Xochimilco es sinónimo de ir a “echar chela en las trajineras y oír mariachis”. Pero visitar Xochimilco y recorrerlo significa conocer la historia del Valle de México desde la época prehisápanica, la colonia, el porfiriato... Precisamente Quirino Mendoza vivió en este último período y de la Revolución.
Tulyehualco es sólo una muestra de aquella amnesia que padecemos los mexicanos y el menosprecio hacia los sitios históricos. Y es ahí donde las autoridades culturales no han hecho su trabajo, en un principio porque ellos mismo lo desconocen y no pueden valorar, difundir, y proteger algo que ni siquiera sabe que existe.
