Uno de los principales retos que enfrentamos al iniciar el camino del crecimiento interior es la auto-aceptación, en principio pareciera un tema que sin pensarlo mucho pudiéramos decir que no tenemos problemas con ello, pues es hasta que empezamos a penetrar en la profundidad de nuestro ser que nos podemos ir reconociendo poco a poco, con todo lo que somos y es ahí donde vamos descubriendo muchas veces que el primer enemigo que tenemos somos nosotros mismos, ya que no nos reconocemos como un todo, como seres de luz y de sombra, nos es más sencillo ver sólo una de las partes, con la que nos identificamos más y negamos la otra.
En realidad somos un todo: luz, sombra, lo bueno, lo malo de nuestro carácter y es importante aceptarlo. Cuántas veces sucede que nos lastimamos a nosotros mismos por auto-juzgarnos, por querer exigirnos de más y no aceptarnos con todo lo que somos. Sólo el hecho de reconocer y darnos cuenta de esa vocecita que nos taladra el cerebro y no nos deja a veces ni descansar por los latigazos que nos damos por algo que hicimos o no hicimos, nos permite poner un alto y empezar a hacer el cambio hacia la auto-aceptación.
Para poder crecer interiormente a lo largo de nuestra experiencia de vida, uno de los temas importantes es poner atención en esto que significa aceptarnos a nosotros mismos y amarnos tal cual somos, porque es a partir de esta auto-aceptación que podemos ir sanando interiormente, sin juzgarnos tanto, aceptando que somos individuos que podemos ser muy buenas personas pero que también podemos sobre reaccionar con ira, agredir y lastimar ya sea a nosotros mismos y/o a los que nos rodean: familia, pareja, amistad o compañeros de trabajo.
Al ir reconociendo y aceptando todo eso que somos, tenemos mayor capacidad para darnos cuenta cuando caemos en esa actitud o reacción que no nos gusta y conscientemente podemos elegir tomar otro camino mejor, más saludable para relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Cuanto mejor me relaciono conmigo mismo mejor me puedo relacionar con el otro, así parece que funciona esto, si me amo y me acepto me voy sanando y esto me ofrece la capacidad de abrirme otro camino mas saludable para relacionarme con los demás .
Sin embargo, también es cierto que aparte de aceptarnos como somos (que puede ser un trabajo de toda la vida) es necesario hacer los cambios adecuados para no volver a caer en esos patrones negativos que pueden estar tan arraigados en nosotros que nos hacen reaccionar sin pensar; entonces el cambio implica: darme cuenta y aceptar que soy ese todo (estarme cachando cuando reacciono negativamente y tratar de poner alto en ello) lo que se traduce en trabajar para transformar los hábitos negativos y así lograr el cambio.
Puede ser que este proceso tarde un tiempo en lograrse, pero es muy liberador, y es la conciencia de lo que somos como ser integral lo que nos ayuda a ir dando los pasos que poco a poco nos llevaran a mejorar la relación con nosotros mismos y con el mundo. Y un paso importante es la auto- aceptación.