¿Te has dado cuenta de la importancia de mantenerte conectado con tu cuerpo, con lo que siente, con aquello que necesita? Teniendo en cuenta todo eso que tu mente te dice de ti mismo.
Pareciera que es algo natural y sencillo eso de sentir nuestro cuerpo, de conocer sus necesidades y trabajar por ellas, de detectar lo que le duele, lo que lo mueve, lo que lo nutre física, emocional y mentalmente, que el cuerpo es el vehículo con el que contamos para transitar por este mundo, por esta tierra, en esta dimensión. Darnos oportunidad de conectarnos con el cuerpo y sus necesidades, a pesar de ser importante y necesario, pocos realmente lo hacen. Sí podemos tocar y sentir su masa, su densidad, sin embargo, esto no quiere decir que realmente estemos bien conectados con lo que el requiere para estar mejor, mas saludable y funcional. Es un hecho que cada persona es diferente y cada una requiere de cosas distintas, pero es esa diferencia la que nos hace ser únicos. Te has puesto a pensar ¿cuántos de nosotros estamos mas enfocados en la parte mental, en el constante análisis, sin sentir el cuerpo, sin arraigarnos en el?, Cuántos nos damos oportunidad de sentir la conexión con la tierra, la cual es una parte importante de donde obtenemos la nutrición energética y alimenticia, y que permite que nuestro cuerpo viva y se mueva en el mundo.
Nutrir a nuestro cuerpo saludablemente implica estar escuchándolo, sintiéndolo, dándonos cuenta de que necesita, saber cuándo está satisfecho de algún alimento, cuándo le hace falta otro, cuándo nos hace falta ejercitarlo, moverlo, bailarlo para desintoxicarlo y re-energizarlo con eso vital que produce el movimiento, así como respirar de manera consciente.
Si logramos conectarnos con nuestro cuerpo sentiremos la diferencia y lo positivo que es estar en el de manera consciente. Aunque en principio no tengamos la claridad de lo que esta sucediendo en nosotros, poco a poco iremos entendiendo el lenguaje del cuerpo, de nuestras emociones, no sólo estaremos conectados con nuestra cabeza, con nuestra mente, sino con un todo que nos constituye, nos complementa y nos integra como personas. Si aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo y darle lo que necesita, poco a poco iremos encontrando el camino de la salud, del equilibrio y para ello hay que buscar alternativas para lograrlo, como puede ser el ejercicio que te acomode. En lo personal, la yoga ha sido una de las actividades que me ha permitido sentir mi cuerpo y desbloquearlo, así como aprender de él, de sus capacidades, ya que cuando estoy en la práctica, mi mente esta totalmente al servicio de lo que requiero para encontrar el equilibrio en mí y es ahí donde se encuentra con el cuerpo para lograr fluir y trabajar, con el objetivo único de estar, de trascender e ir más allá del dolor, con apoyo de la respiración. La meditación también ayuda a complementar el estar aquí y ahora sin que haya tanto ruido mental, aunque siempre existe algo, puedo regresar a mi respiración para volverme a conectar con mi centro. Es en ese regreso que estoy más presente.
Creo que cada quién podrá encontrar los caminos para vivir mejor, más equilibrado, encontrando el balance adecuado para no caer en extremos, ya que todos los extremos nos pueden perder de nosotros mismos. Sólo hay que buscar el camino que nos sirva y de ahí ir paso a paso.