México podría tener su propia vacuna contra Covid-19 tan pronto como entrada la primavera boreal del 2021, estimó la investigadora que coordina los esfuerzos locales, en medio de la vertiginosa carrera global por el antídoto contra la enfermedad que ha contagiado a más de 26 millones de personas en todo el mundo.
La doctora Esther Orozco, coordinadora del grupo científico que representa a México ante la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI, por su siglas en inglés), dijo que un proyecto basado en el virus que transmite la enfermedad de Newcastle es el candidato más viable para conseguir la primera vacuna hecha en México.
Orozco estimó que la iniciativa del Laboratorio Avimex, de la principal universidad pública, UNAM, la del estado central Querétaro y el organismo de seguridad social de trabajadores privados, IMSS, está ya en condiciones de arrancar la primera parte de la fase de ensayos con seres humanos.
«Ellos están avanzados», dijo la doctora en Ciencias, quien encabeza el consorcio de científicos mexicanos en busca de vacunas contra el Covid-19 que participan en la CEPI. «Creemos que podemos tener resultados», añadió en una reciente entrevista con Reuters.
México ha lanzado una amplia campaña diplomática en busca de alianzas que le aseguren las 200 millones de dosis que requerirá para inocular a su población contra la enfermedad provocada por el virus surgido en China y que ha provocado la muerte de más de 67 mil personas en el país, ubicándolo en el cuarto lugar en decesos a nivel mundial.
«Sí, vamos a llegar más tarde», agregó Orozco refiriéndose a la delantera que llevan otros proyectos de vacunas en el mundo frente a una con sello mexicano. «Pero el mundo va a necesitar mucho más de una vacuna», subrayó.
De acuerdo con la doctora, Avimex y sus aliados comenzarán pruebas clínicas con «decenas de humanos», posteriormente en «cientos de pacientes» y al final en miles de personas al llegar a la Fase 3, en la que están ahora ensayos de farmacéuticas como AstraZeneca, con quien México tiene un acuerdo para participar en la producción de su vacuna, de ser exitosa.
Investigadores de la UNAM involucrados en el proyecto no pudieron comentar sobre las declaraciones de Orozco. Directivos de Avimex, dedicada a la fabricación de productos biológicos y farmacéuticos para salud animal, no pudieron ser contactados de inmediato. El IMSS y la Universidad de Querétaro no respondieron a solicitudes de Reuters para declarar sobre el tema.
SIN TEMOR A «SPUTNIK V»
Además del acuerdo con la británica AstraZeneca, que comparte con Argentina, México ha establecido otros para estudios Fase 3 con la francesa Sanofi, la estadounidense Janssen Pharmaceuticals, filial de Johnson & Johnson, así como las chinas Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc.
Pero también ha aceptado que al menos 2 mil voluntarios formen parte en los ensayos de la vacuna rusa «Sputnik V» y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo el jueves que podrían iniciar tan pronto como en octubre, si el regulador sanitario lo permite.
Orozco dijo no compartir los temores de expertos acerca de que el plan de Rusia de lanzar su vacuna antes de que los ensayos completos muestren qué tan bien funciona puede alentar la mutación del Coronavirus a través de una inyección parcialmente efectiva.
«Los rusos se saltaron una etapa y se fueron más rápido que los demás en ese sentido, pero casi todas las vacunas que se están haciendo en el mundo están basadas en la proteína que tiene el virus que le sirve para pegarse a las células epiteliales», comentó la experta.
«Entonces, prácticamente todas las vacunas están, o basadas en la proteína o basadas en el ácido nucleico del virus, en el RNA (ácido ribonucleico)», añadió. «No, no me preocupa».
México tiene acercamientos con Cuba sobre su vacuna «Soberana 01» y con el gobierno alemán sobre la empresa de biotecnología CureVac, que trabaja sobre cómo usar el RNA mensajero para tratar una serie de enfermedades, entre ellas Covid-19, en su búsqueda de las dosis necesarias de una vacuna.
fahl