Carente de una política energética seria que le permita avanzar hacia la reconfiguración de Petróleos Mexicanos (Pemex), nada parece más evidente que en el caso de la más importante entre las empresas del Estado, el Gobierno de la 4T poco, o nada, entiende sobre la importancia estratégica de la misma, su compleja realidad y, menos, sobre su aún innegable potencial. Nada, literal…

El sólo hecho de que entre el inicio de la fallida gestión de Andrés Manuel López Obrador y el de la actual, la producción de la otrora envidiable firma haya visto caer su capacidad de extracción en algo más de 20 por ciento al tiempo que el número de sus empleados crecía cuatro por ciento, el impago a sus proveedores se abultaba al paso de los meses, igual que el volumen de sus pérdidas y su deuda, al margen los cuantiosos subsidios y “apoyos” periódicamente recibidos desde Palacio, constituyen la mejor evidencia de que las cosas no están bien ahí.

Y no están bien, insistamos, porque más allá de las cifras, la falta de una estrategia diseñada y operada por profesionales del ramo no hace más que acrecentar las dudas sobre su futuro que, huelga decir, no se iniciaron apenas sino que han marcado su realidad desde prácticamente su nacimiento, en que, tras la expropiación petrolera, políticos de prácticamente todas las corrientes fueron convirtiéndola en algo muy parecido a un “barril sin fondo” en el que, ante la mirada complaciente del Gobierno en turno, no pocos metieron mano para dar fondo y forma a sus multimillonarias fortunas.

Un ejemplo más: a diciembre pasado, conforme a cifras de la propia empresa, algo más de 15 por ciento de su producción de crudo -la más baja desde 1979 por cierto- fue obtenida en algo más de 180 de sus pozos de mayor antigüedad, en tanto que en sólo diez de los 250 actualmente en operación, fue posible extraer más de 50 por ciento de la producción anual.

A la vista de todo lo anterior, de refinación donde la producción de combustóleo y la consecuente importación creciente de gasolinas dominan el panorama, ya mejor ni hablar.

Incapacidad, ignorancia, negligencia o todo junto. El resultado es el mismo…

 

Asteriscos

. De pena ajena la actitud asumida por la supuesta dirigente del morenismo, Luisa María Alcalde, quien salió a confrontar al Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, a la que acusó de responder a intereses ideológicos por dictar medidas cautelares contra México pues,  dijo, el actual Gobierno ni desaparece personas ni viola derechos humanos. Ufff…

 

Veámonos el miércoles con otro asunto De Esencia Política

 

@EnriqueAranda_P

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