GUATEMALA. Los gobiernos de América deben despenalizar el uso personal de drogas con el fin de frenar la violencia y los abusos causados por el combate al tráfico de enervantes, apuntó hoy la organización Human Rights Watch (HRW).
El organismo humanitario indicó que las políticas que prevén sanciones penales para el consumo personal de drogas atentan contra los derechos humanos fundamentales.
En el marco de la 43 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se desarrolla del 4 al 6 de junio en Guatemala, HRW sugirió aplicar políticas en materia reglamentaria y de salud pública que no tengan carácter penal.
Miguel Vivanco, director de HRW para América, destacó que la «guerra contra las drogas» ha tenido efectos nefastos en América, que incluyen desde matanzas por despiadadas organizaciones criminales hasta abusos aberrantes por parte de las fuerzas de seguridad.
«Los gobiernos deberían definir nuevas políticas que disminuyan los daños provocados por el consumo de drogas y, a la vez, reviertan la violencia y los abusos que han caracterizado las actuales políticas», consideró.
HRW explicó que aplicar sanciones penales por el consumo o la tenencia de drogas para uso personal implica cercenar la autonomía y el derecho a la privacidad de estas personas.
«Son muchas las medidas que los gobiernos pueden y deben adoptar para disuadir, prevenir y remediar el uso nocivo de drogas. Sin embargo, no deberían hacerlo castigando a las personas cuya salud se pretende proteger», sostuvo Vivanco.
El directivo de HRW llamó también a que «no se limite la posibilidad de los gobiernos de explorar nuevas estrategias en esta materia».