André Pierre Gignac llega de Francia precedido de un halo de incredulidad de parte de la prensa de su país y también, poco a poco, se van conociendo detalles de la personalidad del que en la temporada pasada fue el segundo mejor goleador de esa liga, con lo que puede presagiarse que su incorporación a los Tigres puede resultar en una bomba de tiempo.

 

Sucede que Gignac tiene la mecha corta. Y justo en el torneo anterior estalló en contra del entrenador argentino Marcelo Bielsa, quien tiene bajo sus riendas al Olympique de Marsella. Bielsa, que bien se le conoce en México por dirigir al Atlas y al América en los 90 y donde se sobra justificó su sobrenombre de El Loco.

 

Resulta que Gignac, un atacante que hizo más goles que Zlatan Ibrahimovic y Edinson Cavani el año pasado, fue relevado de la titularidad por Bielsa debido a que pasó por una etapa de poca productividad y el equipo no conseguía resultados. El francés no aceptó bien el cambio, pero respondió con goles en los dos partidos en los que entró como suplente.

 

El futbolista retó a Bielsa llegando tarde a un entrenamiento por una supuesta cita con el dentista y El Loco lo envió con los juveniles. Gignac no se quedó a la práctica, subió a su auto y abandonó el centro de entrenamiento Robert-Louis-Dreyfus.

 

Después reconsideró su postura y logró regresar a la titularidad, consiguiendo seis goles más hasta el fin del torneo, para llegar a 21.

 

Lo anterior no pasaría de ser una anécdota de no ser porque en Tigres se va a encontrar al peor ogro de banca que hay en México: Ricardo Ferretti, un tipo acostumbrado a las rotaciones y que no admite indisciplinas ni reclamos de sus futbolistas. En ese sentido, El Tuca está igual o peor de loco, que Marcelo Bielsa.

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