Un jonrón solitario de 398 pies de Willy Contreras marcó el inicio y el destino del quinto juego entre Milwaukee Brewers y Chicago Cubs. En la misma sintonía de los encuentros anteriores, la primera entrada fue decisiva; en este episodio se anotaron el mayor número de carreras durante la serie.
No sólo eso: Milwaukee no anotaba hacia 11 episodios, por lo que Contreras rompió la maldición en el momento correcto.
Sin embargo, el novato Jacob Misiorowski, –otrora sucesor de Trevor Megill, que sólo lanzó una entrada por los Brewers–, puso una bola bien aprovechada por Seiya Suzuki, quien respondió con un cuadrangular que, al igual que el de los locales, cayó en el bullpen de los Cubs.
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El juego se empató pronto, en la parte alta del segundo episodio. En este mismo, Milwaukee quiso adelantarse en el marcador. Con dos outs en la pizarra, y sumando su primera base robada de la serie, Blake Perkins conectó un volado que tocó los límites del jardín central, pero Pete Crow-Armstrong mantuvo todo bajo control.
El novato Misiorowski continuó con su labor sin mucho esfuerzo. Shaw y Busch bateron sin peligro y fueron retirados; Nico Hoerner conectó un sencillo por el central y Kyle Tucker se fue por la vía 43.
Brewers, que en 2018 vencieron en estas mismas instancias a Colorado Rookies y cayeron ante Los Angeles Dodgers, supieron sortear los embates de Chicago en el tercer episodio por la labor del novato, aunque no así aprovechar los errores de los Cubs.
No fue así en la cuarta entrada. Bastó un buen batazo de Andrew Vaughn ante Colin Rea para adelantar nuevamente a los Brewers. Comenzaba a agonizar el pitcheo de los Cubs.
Para la mitad del encuentro, que avanzó con rapidez inusual, los pupilos de Craig Counsell acumulaban dos errores y tres imparables. Por su parte, los de Pat Murphy, que consiguieron un récord envidiable de encuentros ganados en la temporada regular, sumaba cinco imparables y apenas dos corredores dejados en circulación.
El último tercio comenzó sin lamentaciones. Para Milwaukee, Chad Patrick entró a sustituir a Aaron Ashby y Caleb Thielbar sustituyó a Daniel Palencia para los Cubs. Funcionó bien el relevo para ambos equipos.
Chicago necesitaba ganar el encuentro para poder avanzar a la Serie de Campeonato —que no alcanzan desde 2017 tras caer ante Dogers, un año después de haber ganado la Serie Mundial ante Cleveland, un hito que puso fin a 108 años sin levantarse con el trofeo del Clásico de Otoño—, pero estaba haciendo falta la contundencia. Cada fase del juego parecía endeble ante Milwaukee.
Fue así como continuó el juego: sin mucho para Chicago ante el dominio de Patrick, que retiró con ponches a Kelly y Swanson. Milwaukee, sin embargo, con un vuelacercas de Brice Turang, el encuentro se puso 1 a 3.
Abner Uribe sucedió a Patrick. Ni Ballesteros, ni Hoerner, ni Tucker tuvieron nada que hacer. Lo mismo para la ofensiva de Milwaukee, que fue neutralizada por el cerrador Brad Keller, que en orden retiró a Yelich, Vaughn y Sal Frelick. La octava entrada transcurrió sin mucho más que lo tramitado.
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Asimismo la parte alta de novena, última oportunidad de Chicago para ponerse al ponerse al frente, o al menos alargar el encuentro. Pero nada hubo que hacer ante un Uribe. Cerrador inmejorable. Los Milwaukee Breweres cerraron, sin mucho esfuerzo, su última oportunidad por seguir en el camino.
No fue lo mismo para el mejor equipo de la Central de la Liga Nacional, que buscaban (y buscan) alcanzar, si no superar, lo sucedido en su única aparición en Serie Mundial, en el lejano 1982, cuando cayeron ante los St. Louis Cardinals en siete juegos.
43 años han pasado desde entonces; Brewers piensan, sin dudarlo, en poner fin a la sequía y levantar su primer título de Clásico de Otoño. Se medirán a Los Angeles Dogers en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.