A un paso de jugar nuevamente una final nacional del futbol colegial, Notre Dame se convirtió en el último semifinalista y próximo rival de Penn State en el Orange Bowl, tras ganar el Sugar Bowl ante Georgia 23-10, en el partido pospuesto en Nueva Orleans.
Tras guardar un minuto de silencio en memoria de las 15 víctimas confirmadas por el ataque terrorista en Nueva Orleans horas antes y que pospuso este encuentro previsto a jugarse originalmente el miércoles 1 de enero, tanto los Irlandeses como los Perros se midieron en el que será el estadio sede del próximo Super Bowl en la NFL el 9 de febrero.
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Con un partido que tardó hasta el segundo periodo en arrojar puntos para ambos bandos, fue el equipo dirigido por Marcus Freeman el que supo marcar el rumbo del encuentro con una ventaja de 13 unidades que apenas pudo ser respondida por un gol de campo que logró Georgia.
En materia ofensiva y con apenas 90 yardas por aire, Riley Leonard comandó los ataques de Notre Dame, equipo que apenas no superó las 100 progresiones por pase pero que sí tuvo además de la anotación con el receptor Beaux Collins, un regreso de patada hasta las diagonales con Jayden Harrison.
El Orange Bowl
Las 234 yardas que logró Gunners Stockton fueron insuficientes para que Georgia y si segundo lugar sembrado a nivel nacional les alcanzara para llegar a las semifinales del nivel colegial, en donde Penn State ya esperaba a su rival del próximo 9 de enero en el Orange Bowl.
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Dicha aparición en ese tazón será la primera tras el juego disputado en 1996 ante Florida State que perdieron 31-26 en Miami, Florida. En total los Irlandeses han jugado el Orange Bowl en cinco ocasiones, con un historial de dos victorias y tres caídas.
Ya con su tercer Sugar Bowl obtenido, Notre Dame quedó con un récord de 3-2 en su historial en dicho tazón, para superar las dos derrotas sufridas en 2007 y 1981 ante LSU y Georgia.
