En lo que muchos esperaban fuese una celebración redonda a los 79 años de la Monumental Plaza de Toros México, con el adiós del español Enrique Ponce, la fiesta taurina vivida en la capital de México este 5 de febrero apenas logró salvarse con un último ejemplar de Los Encinos, de regalo para el español.
Con seis toros de dicha ganadería, a los cuales sortearon los mexicanos Diego Silveti, Alejandro Adame y el europeo Ponce, solo los connacionales lograron lucir en sus encierros originalmente previstos, con un Adame que utilizó esta fecha especial para confirmarse como matador.
También te puede interesar: Enrique Ponce tendrá su despedida en la Monumental Plaza de Toros México
En un primer torneo ante Farruco, un animal de 493 kilogramos, el nacido en Aguascalientes de 25 años cortó una oreja tras un desempeño correcto y valiente, pese a que los animales dispuestos por dicha ganadería no acompañaron a la celebración taurina.
Silveti en su turno ante Lironcito se aseguró salir por la puerta grande del coso de Insurgentes, tras cortar dos orejas producto de una buen manejo del capote con un animal que siempre respondió a las señales por el pitón derecho y que fueron confirmadas por una firme estocada del mexicano.
Toros no ayudaron en la despedida de Enrique Ponce
Para Enrique Ponce, quien en su paso por la capital mexicana tuvo en total 49 paseillos y lidió a animales de 28 distintas ganaderías, no pudo ante “Talentoso” y “Protagonista”, quienes se retiraron del ruedo en medio de silbidos por su poca reacción a los movimientos del español.
Con un último salto al ruedo, Enrique Ponce se retiró ovacionado de un recinto que lució decepcionado tras un lleno de casi el 90 por ciento de las localidades. Acompañado por la canción de las Golondrinas, el español dejó la capital mexicana sin dar por una última vez esos dotes que lo hicieron una de las últimas figuras del toreo contemporáneo internacional.
También te puede interesar: Empresas deberán subsanar irregularidades en Plaza de Toros y Estadio Azul
Tras culminar el paso de los seis toros previstos, Ponce y la organización acordaron un toro de regalo para evitar el fracaso del español, que acompañado por un toro de nombre Indiano, llevó el europeo a cumplir un toreo eficaz, que le valió dos oreja, una vuelta al ruedo con mariachi y un final a su carrera emotivo en el país.
Con las luminarias apagadas y únicamente las luces de los celulares como apoyo y Pepe Aguilar cantándole en el ruedo, Enrique Ponce tuvo una despedida más acorde al legado que tuvo en Ciudad de México, con su faena número 17 con dos orejas cortadas y tras cumplir 50 corridas en La México.