Rumbo a la edición que celebrarán el próximo 2025, el All England Club en donde se celebra el Grand Slam de Wimbledon confirmó que dejarán de ocupar a jueces de línea para dar paso a la tecnología y un sistema automático que mide el posicionamiento de la pelota de manera casi instantánea y que supone un cambio histórico para el torneo británico que durante 147 años utilizó a jueces humanos.
Además de borrar con cerca de 300 empleos que eran ocupados por jueces que medían dichas situaciones en el campo, este sistema también pondrá final a la oportunidad que tenían los jugadores de solicitar un desafío por una decisión cuestionable, al tratarse de una tecnología que no tendrá revocación y sus apreciaciones se darán en una décima de segundo desde que pique la pelota en el campo.
Dicho sistema fue inicialmente probado para el Abierto de Estados Unidos en 2020 y para el 2025 ya será incorporado para tres de los cuatro Majors del circuito profesional, únicamente con Roland Garros como el torneo que aún pretende hacer uso del polvo ladrillo como principal aliado para saber la marca de la pelota.