MADRID. Más de 30 manifestaciones recorrieron las principales ciudades españolas e impidieron el acceso a decenas de escuelas, para protestar contra la austeridad y la reforma educativa que plantea el gobierno, la cual se prevé votar el viernes.
Los sindicatos convocantes cifraron en 72% el seguimiento del paro entre los docentes, mientras que el Ministerio de Educación rebajó el dato a 20%.
La convocatoria afectaba a cerca de 5.5 millones de alumnos y medio millón de profesores de la enseñanza no universitaria, así como a 1.4 millones de estudiantes universitarios y 100 mil profesores e investigadores de enseñanza superior, además del personal administrativo y de servicios.
Grupos de huelguistas impidieron el acceso a decenas de escuelas y universidades; además, más de 30 manifestaciones recorrieron las principales ciudades del país. Durante la noche pasada se produjeron encierros en diferentes facultades y para la tarde están previstas más manifestaciones en medio centenar de localidades.
La Plataforma por la Educación Pública, que agrupa a alumnos, profesores y personal administrativo, protesta contra los recortes que, dicen, están desmontando el sistema educativo español y calificó la huelga como un éxito.
También piden al ministro de Educación, José Ignacio Wert, que retire la reforma educativa que tiene previsto aprobarse el viernes por considerarla "partidista".
En cambio, el secretario general de Universidades, Federico Morán, dijo que la huelga tiene carácter "político" y que los motivos aducidos por alguno de los sindicatos convocantes se basan en inexactitudes porque "no se va a privatizar la universidad pública".
La nueva ley, la octava en la era democrática, reorganiza algunos grados, recupera evaluaciones externas por ciclos, conocidas popularmente como reválidas, incluye asignaturas vinculadas a la religión católica y establece nuevos recortes en la financiación.
"Los profesores están trabajando en condiciones muy precarias", dijo Almudena Cabezas, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. "Los alumnos sufren subidas en las tasas, mientras que el personal administrativo está siendo despedido o se le está reduciendo el salario. Creo que hay muchas razones para estar aquí protestando", agregó.
Por su parte, el ministro de Educación defiende la reforma como el cambio necesario para dejar atrás las alarmantes cifras de abandono escolar temprano que alcanzan casi 25%.
Convocada por sindicatos, la manifestación está apoyada por los partidos de izquierda como PSOE, IU y otras organizaciones.