BERLÍN. El malestar de Alemania, Francia y otros países europeos por el espionaje al que han sido sometidos por Estados Unidos es latente.La cancillería alemana anunció que enviará a altos responsables de inteligencia a Estados Unidos la semana próxima para exigir respuestas sobre las acusaciones de que los servicios secretos estadounidenses escuchaban el móvil de la Canciller Angela Merke.
La visita, según informó en rueda de prensa el portavoz adjunto del Gobierno de Berlín, Georg Streiter, no tiene una fecha exacta aunque apuntó sin embargo que se producirá "a corto plazo", publicó la BBC. "No puedo decir qué se va a negociar o con quién, pero algo se sabrá en un futuro cercano porque hemos realizado presión para resolver esta situación con rapidez", indicó.
Merkel ha exigido que el presidente Barack Obama no sólo se disculpe, sino que tome acciones, después de las acusaciones de que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) accedió a decenas de miles de registros telefónicos franceses y realizó un seguimiento del teléfono celular de la líder alemana.
"Una delegación de alto nivel viajará para sostener las conversaciones con la Casa Blanca y la Agencia de Seguridad Nacional a fin de realizar una investigación sobre las recientes acusaciones", dijo Streiter en una rueda de prensa.
La canciller exigió que Washington firmara un acuerdo de "no espionaje" con Berlín y París antes de fines del año, al decir que estas actividades contra sus aliados más cercanos de la UE debían detenerse.
Merkel consiguió el apoyo del presidente francés François Hollande para pedir a Estados Unidos un pacto para acordar reglas que ordenen las actividades de los servicios secretos, "para acabar con los tiempos de la Guerra Fría".
Europa considera que este escándalo, que en Alemania ha provocado una verdadera conmoción, "puede generar una pérdida de confianza en materia de inteligencia y dañar la lucha contra el terrorismo".
Un comunicado impulsado por Berlín y París recuerda que las revelaciones sobre la amplitud del espionaje estadounidense "han generado una gran inquietud en los ciudadanos". También añaden que la relación con Estados Unidos "debe basarse en el respeto y la confianza, incluyendo la cooperación entre los servicios secretos".