A principios del año, los líderes de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, La Tuta, y Enrique Plancarte Solís, El Kike, decidieron dividirse y distanciarse. El objetivo fue repartir el liderazgo del grupo y mantener su operación en caso de que alguno de ellos cayera. Ambos adoptaron estrategias distintas de resistencia.
Así lo declararon ante los fiscales de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), por lo menos tres integrantes del grupo delictivo que fueron detenidos durante los operativos que se implementaron en Michoacán y en Querétaro, y que pertenecen al grupo de El Kike.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el distanciamiento entre La Tuta, quien continua prófugo, y Plancarte, no se debió a una ruptura entre ambos o traición sino a una acción premeditada para evitar que ambos pudieran ser neutralizados de forma simultánea.
Samuel Díaz Benítez, operador financiero de Plancarte Solís detenido el sábado pasado en Apatzingán, explicó que a diferencia de Gómez Martínez, quien optó por acuartelarse en la sierra con sus sicarios, tanto El Kike como su tío, Dionicio Loya, preferían operar con un perfil mucho más bajo y sin un dispositivo de seguridad llamativo.
Loya decidió refugiarse en la capital de Michoacán para continuar con operaciones de lavado de dinero y conservar el contacto con autoridades locales, hasta que fue detenido el pasado 27 de enero.
El Kike abandonó sus tradicionales centros operativos en los municipios de Nueva Italia y Apatzingán, y decidió moverse de forma discreta en varios puntos del estado, hasta que pudo salir y refugiarse en Querétaro a mediados de marzo.
Nueva identidad y mandaderos
Luis Fernando Vázquez Díaz o Manuel Gutiérrez Mecinas, alias El Many, y Ángel Hugo Sánchez Guerrero, alias El Chaparro, detenidos el fin de semana en Querétaro previo a la muerte de Plancarte, reconocieron que trabajaban haciendo “mandados” para El Kike, quien ya limitaba sus salidas en público.
El plan de Plancarte Solís, explicaron los detenidos en sus declaraciones asentadas en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEITA/059/2014, era construirse una nueva identidad con documentos falsos. También pretendía adquirir por lo menos un automóvil con el cual moverse en Querétaro, pero que estuviera a nombre del alias que iba a adoptar.
Como El Kike se encontraba refugiado en Colón, El Many era el responsable de desplazarse hacia Morelia para realizar los trámites personales que requería su jefe y con los que quería ir armando su nueva vida.
Cuando los elementos de fuerzas especiales de la Armada detuvieron a Gutiérrez Mecinas, le encontraron un teléfono de la marca Blackberry y con el servicio de mensajería de ese aparato se comunicaba con El Kike para intercambiar instrucciones.
Ninguno de ellos dijo saber la ubicación de La Tuta, pues este ya no se comunicaba desde hacía varias semanas con Plancarte.
DATO
La PGR consignó al penal federal de Matamoros a El Many y El Chaparro acusados de delincuencia organizada y violación a la ley de armas.
Se oponen al desarme
Ante el anuncio del eventual desarme de las autodefensas, ayer José Manuel Mireles, uno de sus líderes, advirtió que no lo permitirán, por lo que llamó a los pobladores a permanecer unidos para poder sobrevivir.
“Que el gobierno nos vea unidos, porque si el mismo gobierno nos ve desunidos jamás nos va ayudar, jamás nos va a brindar ningún apoyo, y siempre, siempre, siempre, van a procurar desarmarnos, pero si ven que el pueblo está unido y protege a sus comunitarios, jamás nos van a desarmar”.
En la página de Valor Por Michoacán, las autodefensas aseguraron que se mantendrán armados pese a la advertencia del gobierno federal, de que habrá consecuencias de no entregar las armas.
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