Enrique Hernández Salcedo, líder de las autodefensas en Yurécuaro y acusado de ordenar el asesinato del alcalde de Tanhuato, fue torturado. Así lo confirman los exámenes médicos que le practicaron peritos especializados de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

 

Aunque todavía no elaboran un informe final, el director de Orientación Legal, Quejas y Seguimiento de la CEDH Lorenzo Corro Díaz, reconoció que las lesiones y consecuencias físicas que presenta Hernández Salcedo coinciden con la aplicación de las técnicas de asfixia y la denominada de teléfono, sumado a que durante casi tres días no fue presentado ante una autoridad competente.

 

El líder de autodefensas fue visitado en el penal de Mil Cumbres el miércoles pasado por los especialistas de la CEDH, a quienes relató que un agente que identificó como El Yankee y que laboraría en la Procuraduría estatal, lo citó el sábado pasado al mediodía, como parte de las indagatorias para esclarecer el homicidio del edil.

 

En las instalaciones de la dependencia, aseguró, llegó ese día y vio a tres de sus compañeros golpeados y esposados, quienes le dijeron que habían tenido que confesar, uno de ellos, les aseguró fue la persona asesinada que encontraron el 22 de marzo en Yurécuaro.

 

Hernández Salcedo relató a los peritos de la CEDH que no aceptó autoinculparse, por lo que lo esposaron y lo subieron a una camioneta cerrada “en donde le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza, se la cerraban a nivel del cuello, le echaban agua y lo golpeaban con la mano abierta en los oídos y golpes en diferentes partes del cuerpo”.

 

Al menos dos ocasiones, les contó, llegó perder el conocimiento, pero se pudo dar cuenta que la camioneta estaba en movimiento y acusó a policías ministeriales.

 

Hasta el lunes las personas que lo torturaban lo tuvieron en su poder, de acuerdo a su relato cuando lo entregaron en el penal “refiere también que no lo quería recibir el director del Cereso porque iba muy golpeado”, relató Corro Díaz.

 

Las conclusiones periciales de la CEDH fueron contundentes:

 

“El reporte médico indica exactamente lo que él contó respecto a la manera en que fue torturado, están todavía muy lastimadas las vías respiratorias. Refiere el médico adscrito a la Comisión que sí hay huellas de tortura en las vías respiratorias, en los canales auditivos también que están muy inflamados, el pronóstico es que pierda un gran nivel de audición por los golpes que todavía se ve enrojecido adentro del oído y tiene moretones en diversas partes del cuerpo, que insistimos son coincidentes con el relato de la tortura, eso es de lo que nosotros nos pudimos dar cuenta”.

 

Hernández Salcedo también aseguró que presenta lesiones alrededor del cuello, “por donde se detiene la bolsa (para la asfixia), presenta también la mucosa demasiado inflamada pro el agua con la que se pone, con la que se detiene el flujo respiratorio”; así como tiene niveles muy altos de azúcar  y de presión, que nunca antes había registrado, “esto podría ser coincidente con que pudieran ser las secuelas o la reacción a todos estos medios violentos”, detalló Corro Díaz.

 

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