13 años tiene Fátima, quien será sometida a una nueva operación por las lesiones
Foto: Especial | 13 años tiene Fátima, quien será sometida a una nueva operación por las lesiones  

A tres meses de haber caído del segundo piso de uno de los edificios de la secundaria donde estudiaba, Fátima continúa postrada por las múltiples fracturas que sufrió, sin que a las autoridades educativas del plantel se les haya fincado responsabilidades por negligencia y el bullying del que era víctima la adolescente de 13 años, vecina de la colonia Metropolitana de Nezahualcóyotl, en Nezahualcóyotl, Estado de México.

Fue la tarde del 4 de febrero pasado, cuando aparentemente la menor se arrojó al vacío motivada por la presión y las burlas, que desde el primero de secundaria, sufría por parte de varias de sus compañeras.

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Juan Zavala, padre de Fátima, denunció que en los peritajes se comprueba que su hija era víctima de bullying e incluso en la carpeta de investigación iniciada en la Fiscalía capitalina, se establece que en particular una alumna identificada como Nahomi, la amenazaba y acosaba constantemente e incluso la incitaba para que se quitara la vida.

Agregó que cuando las autoridades educativas citaron a comparecer, tanto el director del plantel, Servando Morán, como la maestra de su hija, Miroslava Ramírez, se deslindaron de la situación

CRITICA A LA FISCALÍA CAPITALINA

Lamentó que a tres días del accidente de su hija, la fiscal general de la Ciudad de México, Bertha María Alcalde Luján, se apresuró a declarar, durante una conferencia de prensa, que la niña Fátima se había arrojado al vacío sin tener los peritajes de lo ocurrido. 

“No esperó (la fiscal) a las conclusiones del psicólogo, del perito forense, ni tampoco del Ministerio Público, que concluyeron que Fátima era víctima de bullying, pero lo más grave, es que inventó la declaración de mi hija al decir que ella había dicho que decidió atentar contra su vida, cuando ni siquiera podía hablar por las lesiones de la caída”, afirmó Zavala.

Herrero de oficio, el padre de la víctima –quien recientemente sufrió un accidente de trabajo al soldar un banco y la rebaba le cayó en el ojo derecho y lo perdió–, dijo que la Fiscalía capitalina ya judicializó el caso, pero hasta el momento no ha habido ninguna respuesta.

SU PADRE PIDE CASTIGO

Por la caída, Fátima sufrió fracturas en pelvis, cadera y vértebras de las conocidas como L4, L5 y L6, además de las contusiones en la cabeza y la pérdida parcial de la vista. Su cuerpo está lleno de clavos para sellar las fracturas.

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En el hospital de Legaria, donde recibe terapias de rehabilitación, los médicos la someterán a una cirugía de alto riesgo el próximo año. Sin embargo, tanto Juan como Verónica, madre de la menor, no pierden la esperanza de que vuelva a caminar, aunque ya no de la misma forma.

Sólo exigieron justicia a las autoridades capitalinas y que se castigue “a quien se tenga que castigar”, para que no ocurran este tipo de casos.

Pidieron a las autoridades del DIF del Estado de México, les puedan brindar alguna especie de apoyo, toda vez que la situación económica por la que pasan los ha descapitalizado, al grado que a veces no tienen recursos para los traslados de la menor al hospital para su rehabilitación.

 

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