Antonio Navarro Francisco comenzó a vender periódico en Chilpancingo a los 14 años, y lleva ya 39 en esta actividad que ha dejado de ser tradición.
Foto: Especial | Antonio Navarro Francisco comenzó a vender periódico en Chilpancingo a los 14 años, y lleva ya 39 en esta actividad que ha dejado de ser tradición.  

El oficio de voceador subsiste en la plaza pública de la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, y sus calles aledañas, con pocas personas, en su mayoría adultos mayores.

Por las mañanas, antes se observaba a varios voceadores con la venta de periódicos impresos, quienes cantaban las principales noticias de un día anterior. Lo que alguna vez fue un negocio rentable, ahora está en riesgo de desaparecer.

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Dolores Salmerón Tapia y Antonio Navarro Francisco, quienes llevan 15 y 39 años, respectivamente, en la venta de diarios, son testigos del cambio en el consumo de la información pública y periodística.

Ambos coincidieron en que los medios impresos no pueden hacer frente a los de comunicación digital y las redes sociales, que ahora están al alcance de todos en teléfonos celulares y computadoras.

Antonio Navarro Francisco, quien comenzó a vender periódico en Chilpancingo a los 14 años de edad y lleva 39 en el oficio, opinó que la crisis también es cultural, pues la desaparición de la versión en papel sería el fin de una tradición de lectores y una sociedad informada.

Recordó que cuando él comenzó, en 1986, había aproximadamente 150 voceadores, quienes repartían todos los días en oficinas de Gobierno, en comercios y calles de la ciudad. Estimó que ahora máximo hay 60 vendedores, entre los 60 y 68 años.

También los puestos de periódicos y revistas -que eran 10- en la parte Centro de la ciudad, donde actualmente hay tres; uno de ellos es suyo, ubicado en la esquina de la iglesia de la Asunción, donde aún gente adulta acude a comprar uno o dos ejemplares. 

Periodismo empolvado

Para Navarro Francisco “los voceadores pertenecen a una rama del periodismo olvidada, porque no reciben apoyo de nadie, ni de los dueños, ni de los sindicatos u organizaciones de periodistas”, indicó.

Con las pocas ventas, Antonio y su familia tuvieron que ayudarse con el negocio de la comida, y todas las noches, desde hace tres años, ofrecen antojitos mexicanos para obtener más ingresos económicos.

El voceador afirmó que “en los últimos cinco años, en la capital han dejado de imprimir al menos seis medios locales como: Expresión Popular, El Reportero, Diario del Centro, Primero de Guerrero, La Realidad, Objetivo y Prensa Libre”.

Asimismo, estimó que en los próximos cinco años, dos medios locales más como Vértice y El Sol de Chilpancingo, podrían hacer lo mismo.

Por su parte, Dolores Salmerón Tapia, originaria del Estado de México, llegó a vivir a Chilpancingo en 1980 y desde hace 15 años comenzó como voceadora en el Centro, con los pocos clientes que quedan.

Hace 15 años, la señora Dolores vendía entre 50 a 70 ejemplares diarios en el Centro de la capital; ahora, dijo, sólo 33 ejemplares “cuando bien le va”, porque ha conservado sus clientes.

“La calidad de escribir al comunicar una noticia periodística es un factor importante en la venta del periódico impreso”, dijo.

Propuso que reporteros y periodistas de la ciudad o la entidad deberían emprender un proyecto para seguir con la existencia del periódico impreso, ya que “aún hay gente que desea leer e informarse en papel”. 

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