La violencia en Guerrero sigue sin freno, lo que afecta la vida pública. Debido a la inseguridad en la región de la Costa Grande, escuelas del municipio de San Jerónimo de Juárez y Atoyac suspendieron clases y actividades relacionadas con el desfile cívico del 114 aniversario del inicio de la Revolución, el próximo 20 de noviembre.
En un comunicado, el Gobierno municipal informó que lo prioritario es salvaguardar la integridad y la seguridad de la población ante los hechos de violencia y por los daños que sufrieron las escuelas por el huracán John.
Asimismo, se informó que también se suspenden las fiestas particulares.
Te puede interesar: Aumentan a 6 las víctimas de atentado en Acapulco
PREPA NO VA AL DESFILE
En el caso del municipio de Atoyac, en una reunión realizada el pasado viernes padres de familia y maestros de la preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), número 6, de Técpan de Galeana, acordaron no participar en el próximo desfile que conmemora el inicio de la Revolución.
De igual forma, trabajadores de la escuela primaria “General Hermenegildo Galeana”, decidieron también suspender su participación en dicho evento oficial.
Estas medidas se tomaron debido a que se registraron enfrentamientos armados en Técpan, que dejaron al menos 19 muertos el 24 de octubre pasado.
Te puede interesar: Asesinan a empresario restaurantero en Sinaloa. Van 683 homicidios en 2024: Rocha Moya
VULNERAN SEGURIDAD: ARZOBISPO
El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, señaló que el incremento de la violencia en el estado, ante el cruel asesinado de 11 integrantes de una familia de Chautipan, municipio de Chilpancingo, resulta en la vulneración de la seguridad de las familias en sus propias comunidades y hogares.
Urgió a los tres órdenes de Gobierno a garantizar la seguridad, el libre tránsito y el trabajo exento de cuotas y extensiones, para que las familias y los pueblos y comunidades puedan vivir y trabajar de una manera digna.
Por otro lado, habló de la 44 asamblea diocesana de Pastoral, como seguimiento a la formación misioneros como artesanos de paz, que dialogan y escucha, promueven una cultura del encuentro que supere lo que divide, confronta o separa, que acompaña y curan heridas de las víctimas y trabajan proceso de meditación entre las partes en conflicto.