WASHINGTON. El secretario de Defensa de EU, Leon Panetta, reconoció ayer por primera vez que apoyó un plan para armar a la oposición siria para luchar contra las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, que finalmente fue rechazado por la Casa Blanca.

 

Así lo afirmó Panetta durante una audiencia ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado en el que compareció junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey.

 

Hasta ahora el Pentágono ha mantenido la postura oficial del Gobierno estadounidense que se ha centrado en dar sólo ayuda humanitaria y logística, no militar a los rebeldes y abogar por una solución diplomática al conflicto sirio.

 

No obstante, preguntados por el senador republicano John McCain sobre si estuvieron de acuerdo con un plan para armar a los rebeldes sirios del Departamento de Estado y la CIA, que fue revelado el pasado fin de semana por el diario The New York Times, ambos respondieron afirmativamente.

 

McCain, quien subrayó que han muerto 60.000 personas desde que empezaron los enfrentamientos en Siria, cuestionó a los funcionarios: "¿cuántas personas más tienen que morir antes de que recomienden una opción militar?".

 

En este sentido preguntó si apoyaron la recomendación de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el entonces jefe de la CIA, el general David Petraeus de proporcionar armas a la resistencia siria a lo que dijeron: "Lo hicimos".

 

El plan, según el diario, fue elaborado por Clinton y Petraeus a mediados del año pasado, en un contexto de aumento de la violencia en Siria y de críticas a la inacción de Estados Unidos.

 

La idea era someter a investigación a los grupos rebeldes y entrenar a combatientes "a los que se les suministrarían armas", pero la Casa Blanca desechó el plan preocupada por los riesgos y con el presidente Barack Obama -que ha mostrado su reticencia a esa opción- en plena campaña en busca de la reelección.

 

El presidente estadounidense ha defendido su oposición a entregar armas a los rebeldes sirios con el argumento de que podrían caer en manos de grupos extremistas que están involucrados en el conflicto, que va camino de cumplir dos años.

 

Clinton acaba de dejar el cargo por decisión propia y ha sido reemplazada por el exsenador John Kerry, mientras que Petraeus dimitió en noviembre pasado tras reconocer una relación extramatrimonial.

 

Obama: "Los más poderosos debemos de ser también los más humildes"

 

WASHINGTON. El presidente de EU, Barack Obama, pidió ayer a los líderes del Congreso mantener presente la "humildad" y la fe cuando se enzarcen en debates con el Gobierno, al señalar que "los más poderosos debemos ser también los más humildes".

 

En un discurso durante el Desayuno Nacional de la Oración, que se celebra el primer jueves de febrero de cada año en Washington, Obama bromeó con que las plegarias por la unidad nacional que se escuchan en ese acto parecen tener "fecha de caducidad".

 

"Me preocupa que en cuanto dejamos el desayuno, todo sobre lo que hemos hablado se olvida, ese mismo día", señaló. "Vuelvo al Despacho Oval y empiezo a mirar los canales de noticias, y es como si no hubiéramos rezado", continuó.

 

"Retengamos esa humildad no sólo durante esta hora, sino en todas. Y déjenme sugerir que los que tenemos más poder e influencia necesitamos ser los más humildes", añadió.

 

Obama recordó las dos biblias que escogió para jurar su cargo para un segundo mandato el pasado 21 de enero, las de el expresidente Abraham Lincoln (1861-1865) y del activista Martin Luther King, ambos hombres "extraordinarios" que buscaron consuelo en la fe en sus momentos difíciles.

 

"Hoy las divisiones en este país no son tan profundas ni destructivas como cuando Lincoln lideró, pero son reales; y no son tan pronunciadas como cuando King organizó su marcha, pero son reales. En todos los debates, debemos mantener la misma humildad que ellos comprendieron que está en el centro de nuestro liderazgo", afirmó.

 

Acompañado de su mujer, Michelle, y del vicepresidente Joe Biden, Obama recordó que esta es la quinta vez que acude como presidente al desayuno de la oración, y al contrario que otras ocasiones, dio a su discurso un tono sobrio y alejado de asuntos políticos.

 

El año pasado, en cambio, relacionó su propuesta de aumentar los impuestos a los ricos con su fe, al señalar que "además de tener sentido económico, coincide con la enseñanza de Jesucristo de que 'a quienes mucho se les da, mucho debe exigírseles'".

 

Obama ha sido criticado en ocasiones por acudir pocas veces a misa en Washington, algo que él justificó a comienzos de su mandato al indicar que no le gusta molestar a los feligreses en sus momentos de oración con el despliegue de seguridad que siempre le acompaña.

 

La Casa Blanca asegura que asiste a misa cuando pasa los fines de semana en la residencia de descanso presidencial en Camp David.

 

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