TIAHUANACO. El presidente de Bolivia, Evo Morales, agradeció hoy la década que lleva en la Presidencia con ritos en la antigua ciudadela de Tiahuanaco dedicados a la Pachamama (Madre Tierra) y a los pueblos indígenas afines a su Gobierno.
«Nuestro agradecimiento en estos diez años de servicio al pueblo boliviano. Con el hermano (vicepresidente) Álvaro nunca nos hemos sentido abandonados por los movimientos sociales, por el movimiento indígena», afirmó Morales en un breve discurso pronunciado en la madrugada, tras recibir la salida del sol en el centro arqueológico.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, el gabinete de ministros en pleno y dirigentes sindicales, campesinos e indígenas acompañaron a Morales en los rituales de raíz ancestral organizados por los amautas o los sabios aimaras de Tiahuanaco.
«No sé cómo han pasado diez años. Ya habían sido diez años de una gestión, de una revolución, diez años de cambio», reiteró Morales ante varios centenares de seguidores reunidos en el templo al aire libre de Kalasasaya, donde está la Puerta del Sol.
El mandatario destacó que gracias a los dirigentes sociales del país se garantizó la estabilidad social que, a su vez, hizo posible la estabilidad política para permitir el crecimiento económico.
Bolivia logró un crecimiento promedio del 5.1% entre los años 2006 y 2014, convirtiéndose en una de las economías más pujantes del continente, según datos oficiales.
En Tiahuanaco, que era un importante centro religioso de una antigua civilización que precedió a los aimaras y los incas, Morales recibió el 21 de enero de 2006 símbolos de mandos como líder indígena un día antes de ser investido por primera vez como jefe de Estado.
Los rituales fueron repetidos en las mismas fechas de 2010 y 2015, en el inicio de su segundo y tercer mandato, respectivamente.
Los actos oficiales para la conmemoración de los 10 años de su Gobierno se celebrarán el viernes con un mensaje del gobernante en la Asamblea Legislativa.