BANGKOK. El Ejército de Tailandia suspendió hoy temporalmente la Constitución después de tomar el poder en un golpe de Estado en medio de la crisis política originada por ocho meses de protestas antigubernamentales en las que han muerto 28 personas.

 

Los militares, que mantienen retenidos a varios miembros del gobierno, también declararon el toque de queda en toda Tailandia y empezaron a desalojar los campamentos de los manifestantes pro y antigubernamentales en distintos lugares de Bangkok.

 

El jefe del Ejército, Prayuth Chan-Ocha, tomó el poder después de declarar fallida una reunión en la que participaban miembros del Ejecutivo interino y opositores en un intento de poner fin a la crisis.

 

Prayuth disolvió el gobierno interino y se erigió como jefe del consejo que asumirá el poder de forma provisional.

 

La Constitución suspendida fue redactada por los militares en 2007, un año más tarde de la anterior asonada contra Thaksin Shinawatra.

 

El Ejército se otorgó el papel de mediador tras declarar el martes la ley marcial en todo el país para prevenir un estallido de violencia tras meses de protestas antigubernamentales que han causado 28 muertos y centenares de heridos.

 

Los manifestantes antigubernamentales exigen una reforma del sistema político, que consideran corrupto, y proponen la creación de un consejo no electo para que lleve a cabo los cambios antes de celebrar nuevas elecciones.

 

Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe de Estado que derrocó de 2006 al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, a quien sus detractores acusaban de dirigir el gobierno desde el exilio.

 

Los «camisas rojas«, seguidores de Thaksin, amenazaron con incrementar sus protestas en Bangkok si el Ejército tomaba el poder y caía el gobierno interino.

 

Con esta, los militares han protagonizado 19 asonadas, 12 de ellas con éxito, desde que acabó la monarquía absolutista en 1932.