WASHINGTON.- El presidente Barack Obama , limitó el uso de cierto armamento militar por parte de la policía y restringirá más rigurosamente la lista de quiénes podrán usarlo, nueve meses después de que estallaran las protestas raciales contra la fuerza de seguridad.

 

La medida -que Obama anuncio en Camden (Nueva Jersey), una de las ciudades más violentas y pobres del país- forma parte de un amplio paquete de acciones para mejorar la relación entre las fuerzas del orden y la población, luego de una serie de incidentes violentos, desde Ferguson (Missouri) a Baltimore (Maryland), tras la muerte de jóvenes negros a manos de policías.

 

El anuncio se produjo después de que la Casa Blanca insinuara el año pasado que el gobierno de Obama mantendría los programas que proporcionan los equipos de estilo militar empleados para controlar las manifestaciones hace meses en Missouri, debido a su contribución general a la seguridad pública.

 

Sin embargo, un grupo formado por varias agencias encontró un «riesgo sustancial de que el mal uso o uso excesivo» de equipos, como vehículos blindados con orugas en lugar de ruedas convencionales, armas de fuego de gran calibre y equipo de camuflaje pudiera socavar la confianza en la Policía. Obama también presentará el informe final de un equipo que él creó para ayudar a aumentar la confianza entre la Policía y las minorías en particular.

 

La Casa Blanca dijo que con efecto inmediato, el gobierno federal dejará de financiar o proporcionar vehículos blindados de combate, que funcionen con un sistema de orugas en lugar de ruedas, aeronaves o vehículos con armamento ni armas o munición de calibre 50 o superior, así como lanzagranadas, bayonetas o uniformes de camuflaje. El gobierno federal también estudia formas de retirar equipos ya distribuidos.

 

Además, una lista más larga de material proporcionado por el gobierno federal se verá sujeto a controles más estrictos, como son vehículos blindados de ruedas como humvees, aeronaves tripuladas, drones, armas de fuego especializadas, explosivos, arietes y material antimotines como porras, cascos y escudos.

 

A partir de octubre, la Policía necesitará autorización de su consejo municipal, alcalde u otro organismo de gobierno local para obtenerlos, tras una explicación convincente de para qué se necesitan. Además, los agentes deberán haber sido entrenados en su uso.

 

Asimismo, las fuerzas del orden tendrán que registrar información sobre todos los «incidentes significativos» en los que se hayan utilizado esos equipos, datos que se podrán hacer públicos, según informó la Casa Blanca en información previa.