BRASILIA. El canciller Antonio Patriota fue destituido por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, un día después de que llegara al país el senador opositor boliviano, Roger Pinto.
Pinto huyó a Brasil en un coche diplomático brasileño -escoltado por dos miembros del ejército brasileño- sin obtener el necesario salvoconducto de Bolivia cuando se encontraba refugiado en la embajada brasileña de La Paz, lo que generó un conflicto diplomático entre ambos países.
Al parecer, ni la Presidencia de la República ni el ministro Patriota habían sabido de las maniobras de la Embajada de Brasil en Bolivia para favorecer la fuga del senador, por lo que Rousseff calificó ayer de «inaceptable» que Pinto haya salido de su país.
«Un gobierno no negocia con la vida», sino que «protege vidas” y Brasil «no podía poner en riesgo la vida de una persona que está bajo su custodia»; asimismo, la mandataria añadió que el ministro de Defensa, Celso Amorim, deberá «explicar» la participación de los dos miembros del ejército brasileños que escoltaron a Pinto en su viaje hasta la ciudad de Corumbá.
Patriota será remplazado por el actual embajador ante la ONU, Luiz Alberto Figueiredo, reconocido por ser un experto en temas ecológicos, así como su larga trayectoria internacional.
Se espera que Figueiredo estrene su puesto este viernes, durante la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en Paramaribo, Surinam.
Sobre la decisión de sustituir a Patriota, el vocero de Rousseff, Thomas Traumann, dijo que la presidenta “aceptó el pedido de renuncia” presentado por Patriota durante una reunión realizada en la sede del gobierno.
Los principales medios de comunicación brasileños, dijeron que la presidenta, “irritada” por la situación, decidió poner fin a la carrera de Patriota.
La fuga de Roger Pinto, senador de la opositora Convergencia Nacional, fue organizada por el diplomático Eduardo Saboia, encargado de negocios de la embajada de Brasil, en La Paz, donde Pinto se encontraba refugiado por acusaciones de diversos delitos de corrupción en Bolivia; la embajada brasileña en La Paz le dio amparo desde entonces.
Saboia asumió la responsabilidad exclusiva de la decisión de organizar el traslado de Pinto a Brasil y justificó su actitud al afirmar que el legislador boliviano es «un perseguido político, así como lo fue la presidenta Dilma Rousseff».
Por su parte, Patriota ocupará a su vez el puesto dejado vacante por Figueiredo, como nuevo embajador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Cómo Pinto abandonó la embajada
Existen contradicciones de cómo Róger Pinto abandonó Bolivia. El gobierno boliviano maneja un discurso: el opositor “huyó” del país, por lo que se transformó en un prófugo de la justicia.
Mientras, las recientes declaraciones apuntan que Pinto salió en un vehículo de la embajada brasileña a las 14:00 del viernes. Viajó 22 horas vía terrestre hasta llegar a Corumbá, donde descansó unas horas en un hotel y luego, en un avión privado, salió rumbo a Brasilia acompañado del senador brasileño Ricardo Ferraço, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de ese país.
“Debo agradecer una vez más a todo Brasil y a sus autoridades”, fueron las primeras palabras públicas de Pinto en territorio brasileño, según imágenes de la página web del diario O Globo.
Por su parte, el senador Ferraço señaló que la organización del viaje se hizo “en conjunto” con autoridades brasileñas, aunque la cancillería de ese país informó apenas el viernes conoció el caso.