BRUSLEAS.- La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, respaldó ayer la vuelta anunciada desde Riad del primer ministro del Líbano, Saad Hariri, a su país tras haber dimitido el pasado fin de semana y pidió que no haya injerencias externas en la política libanesa.

 

«Esperamos que no haya interferencias externas en la agenda nacional» ni que se «importen» al Líbano conflictos o tensiones regionales, dijo Mogherini ante el «riesgo de que esto ocurra», en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros de Exteriores de la UE.

 

«El Líbano y sus fuerzas políticas son los primeros en saber por experiencia que el país está expuesto, por su naturaleza, por la composición de su población y sus fuerzas políticas, a influencias extranjeras o a fuerzas internas que participen en conflictos exteriores», comentó.

 

En su opinión, la posibilidad de injerencia «es una amenaza actual y que siempre existe para el país».

 

«La UE, como amiga del Líbano, se preocupa por la estabilidad del país más que nada», aseguró, al tiempo que instó a que Hariri vuelva y al Gobierno de unidad a «centrarse en consolidar los logros en el país».

 

El presidente del Líbano, Michel Aoun, e importantes figuras políticas dejaron la puerta abierta al regreso a la jefatura del Gobierno de Hariri, quien prometió desde Arabia Saudí que volverá al país «muy pronto» para presentar su dimisión en persona.

 

Hariri permanece en Arabia Saudí desde que comunicó el pasado día 4 que abandonaba el cargo, renuncia que aún no ha sido aceptada por Aoun, quien se mostró hoy «contento» por el anuncio anoche de su próximo regreso a Beirut.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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