El economista y abogado mexicano José Antonio Meade, actual secretario de Relaciones Exteriores de México, se graduó con mención honorífica en la Licenciatura en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y en leyes por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sus intereses marcados por lo económico y el derecho han definido su labor profesional tanto dentro del ámbito de la investigación académica como de la labor política como funcionario público.
En 1997, Meade obtuvo el Doctorado en Economía por la Universidad de Yale, especializándose en Finanzas Públicas y Economía Internacional. En su tesis de doctorado “The Economics of Sentencing Guidelines: Evidence of Federal Fraud Offenders” converge nuevamente el análisis económico y el derecho. En el ámbito docente, ha sido profesor de Economía en el ITAM y ha publicado diversos artículos en temas de Microeconomía y Análisis Económico del Derecho.
Su trayectoria en el sector financiero y hacendario dentro del sector público inició en 1991 como analista de planeación en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF). Al regreso de sus estudios de Doctorado, fungió como Director General de Planeación Financiera en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), entre 1997 y 1999. Posteriormente, se desempeñó como Secretario Adjunto de Protección al Ahorro Bancario en el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y del Banco Rural.
El economista fue secretario de Energía desde 2011; sin embargo, en 2007 hizo de subsecretario de Hacienda para en 2011 convertirse en titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El canciller Meade ha hecho hincapié en sus primeros meses dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la importancia de México como actor global.
Entre las principales prioridades que ha enumerado están la lucha contra el cambio climático; la promoción y defensa de los derechos humanos en México y el mundo; el fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos; la destacada labor de mexicanos en organismos internacionales, y el estrecho y transversal diálogo con organizaciones de la sociedad civil, entre otros.
