ATENAS. La segunda huelga general que paraliza en tres semanas Grecia, sumida en una profunda crisis y al borde de la bancarrota, se vio ayer de nuevo ensombrecida por los enfrentamientos entre un pequeño número de manifestantes y la policía, que se han saldado con 110 detenidos y nueve heridos.

 

A la manifestación central en Atenas acudieron 45 mil personas, según la Policía, que protestaban contra una nueva oleada de recortes tras cinco años de recesión y con el paro en el 25%, el mismo día que los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen en Bruselas para debatir cómo poner coto a la crisis.

 

Todo transcurrió con calma hasta cerca del final, cuando varias decenas de encapuchados arrojaron piedras, botellas y bombas incendiarias a los antidisturbios en la plaza Syntagma, que respondieron con cargas y gases lacrimógenos.

 

Los enfrentamientos se saldaron con nueve heridos, entre ellos un manifestante y tres agentes hospitalizados, y se detuvieron a 110 personas, informó la policía.

 

Antes de comenzar los incidentes y las carreras, un hombre de 65 años que participaba en la manifestación tuvo un paro cardíaco y falleció en un hospital de Atenas.

 

En la quinta huelga general del año para clamar contra los nuevos ajustes que pretende imponer el Gobierno a instancias de la troika formada por la Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)el seguimiento ha sido mayoritario, según los sindicatos.

 

Movilizados con lemas como «Abajo el Gobierno y la troika» y «Cuando la tiranía está institucionalizada, la resistencia es un deber», los manifestantes, algunos con banderas españolas y portuguesas, recorrieron las avenidas principales de Atenas hasta la sede del Parlamento, en la emblemática plaza Syntagma.

 

La participación en la huelga ha sido muy alta, según los datos de los dos mayores sindicatos del país, GSEE y ADEDY, en el sector naval, los transportes, refinerías, la construcción, la hostelería y entre los funcionarios.

 

La jornada de paro recibió también un impulso adicional al sumarse a la huelga la Confederación Nacional de Comercio y la Confederación General de Pequeños Empresarios.

 

El secretario general del sindicato GSEE, Yannis Panagópulos, criticó que «en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE se toman decisiones para los pueblos europeos sin tener en cuenta lo que los pueblos necesitan».

 

Alexis Tsipras, el líder de la mayor fuerza opositora, Syriza, participó en la protesta y criticó lo que a su juicio fue la «violencia indiscriminada» de la policía, además de cargar contra el Gobierno por tratar de imponer más recortes.

 

La troika exige al Gobierno adoptar un plan de austeridad adicional de 13 mil 500 millones, con nuevos recortes de salarios públicos, pensiones y prestaciones sociales.EFE