ATENAS. El primer ministro griego, Andonis Samarás, espera acordar las nuevas medidas de austeridad con los acreedores internacionales de la troika antes de la reunión de los líderes de la Unión Europea (UE) del 18 y 19 de octubre.
«El 18 de octubre es el Consejo Europeo. Hasta entonces habrá un acuerdo con la troika sobre las medidas de recortes y las reformas necesarias para cobrar el tramo» de 31 mil 500 millones euros, declaró Samarás en una entrevista que publicó ayer el periódico liberal Kathimerini.
Grecia negocia con la troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo paquete de recortes de gastos y reformas a cambio del próximo tramo del rescate que evite la suspensión de pagos.
Samarás advierte de que si el pago de esos 31 mil 500 millones se fragmentase «en varios plazos, tendría consecuencias desastrosas».
En el pasado varios responsables griegos ya advirtieron de que Atenas tiene efectivo para cubrir sus pagos hasta finales de noviembre.
El primer ministro conservador también destacó que la imagen de Grecia había mejorado en los últimos meses y se comprometió a aplicar todas las medidas que se acuerden, incluso enviar a una «reserva» laboral a miles de funcionarios que cobrarían durante un año la mitad de su sueldo.
El nuevo paquete de austeridad que se negocia, de 13 mil 500 millones de euros, incluye elevar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, recortes en salarios públicos, pensiones y prestaciones sociales, entre otras medidas.
La troika exige también para dar su visto bueno que se eliminen en el sector privado todos los aumentos salariales ligados a la antigüedad, que se reduzcan a la mitad las indemnizaciones de despido y que la semana laboral se amplíe a seis días, algo a lo que el Gobierno se ha resistido hasta ahora.
El ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, coincidió con Samarás en que se cerrará un acuerdo con la troika antes de la cumbre europea de la próxima semana, según declaró al semanario Real Time.
«Una vez cobrado el tramo de 31 mil 500 millones euros la economía saldrá del estado de asfixia en el que está y el gobierno podrá aplicar las reformas necesarias», sostuvo. EFE