En México, las madres pertenecientes a los deciles más bajos tienen menor acceso a las guarderías proporcionadas por prestaciones laborales, por lo que destinan más de 14% del ingreso familiar para costearla.

 

En tanto, según cifras oficiales, la población con mayores ingresos cuenta con mayores prestaciones de seguridad social y por lo tanto, apenas gasta 1% de sus ingresos en una estancia infantil para el cuidado de sus hijos.

 

Por lo anterior, sólo 34% de las mujeres con hijos menores de cuatro años tiene un empleo, en comparación con 50% de aquellas quienes no tienen niños de esa edad.

 

Lucrecia Santíbañez, coordinadora de proyectos de la organización Mexicanos Primero, denunció que las mujeres no tienen acceso a guarderías gratuitas o de bajo costo que se hagan cargo de sus hijos, mientras ellas trabajan.

 

Ante el alto costo que representa para la población más pobre llevar a sus hijos a una estancia infantil, las madres prefieren dedicarse al hogar o tener un empleo informal para poder cuidar a los hijos que todavía no van al jardín de niños, según refirió el estudio “Los Invisibles, las niñas y los niños de cero a seis años”, elaborado por Mexicanos Primero.

 

Sin embargo, evaluaciones al programa Estancias Infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) revelaron que por cada hora que ya no se destina al cuidado de los niños, las mujeres aumentan sus ingresos laborales en 70 pesos, mientras que sus parejas pueden aventurarse a la búsqueda de un empleo mejor remunerado porque su compañera tiene un ingreso.

 

Los análisis señalan que una gran cantidad de mujeres ingresaría a la fuerza laboral si tuviera un empleo bien remunerado que le permitiera costear una guardería, o contar con la prestación social en su empleo, por lo que el estudio “Los Invisibles urgió a las autoridades federales a establecer una política pública que aumente la cobertura de este servicio para las madres trabajadoras”.