Brissia vive en Acapulco, ciudad donde algunas zonas no tienen agua o luz. Aquí su carta textual.
Tanto niños como niñas vivimos en el mismo mundo, un mundo donde no todos vivimos con las mismas condiciones de vida, unos de clase alta, clase media y clase baja. En este caso los niños de clase baja por lo regular viven en los campos, pero en algunos casos las personas de clase baja viven en las ciudades en busca de mejor trabajo, mejor salud y mejores condiciones de vida. En la ciudad lo que hacemos nosotros con esa clase de personas es no darles el mismo trato, por decir cuando esta clase de personas piden algún trabajo en la ciudad, nosotros les damos un sueldo menor sólo porque no son del mismo lugar.
Los niños pobres no tienen los mismos lujos que otros, no visten igual, no alimentan igual, no tienen los mismos servicios de salud, la misma educación, ni las mismas tradiciones y costumbres. Su educación no se basa en lo mismo que lo de nosotros. Ni tienen los mismos servicios eléctricos. Con el dinero que ganan sus padres no les alcanza para alimentarse. En uno de los lugares donde más se presentan estos casos es en ÁFRICA. Un lugar donde hay más enfermedad y donde hay más riesgos de muerte por esa misma razón, porque no les alcanza para alimentarse.
En la mayor parte del mundo se encuentran estos casos de personas de bajo nivel.
Pero no todas las personas le damos el mismo trato a ese tipo de personas, hay personas generosas y hay personas egoístas. Para eso el gobierno tiene algunos programas para salvar, ayudar y apoyar a esta clase de personas que verdaderamente necesitan esta ayuda.
Sólo colaborando entre todos podremos ayudar a esta clase de personas, con su educación, vestimenta, alimentación, salud, vivienda. Todos podemos colaborar con nuestra ayuda todas las vidas de las personas podrán cambiar mucho más de lo que imaginamos.
