Berlín es una ciudad en la que se respira historia, en cuyas calles se puede palpar la carga emocional de su pasado. Berlín es un conjunto de memorias y recuerdos que hoy se fusionan con la vida actual de una nación restaurada.

 

Hace algunos años si visitabas esta increíble ciudad, era muy sencillo saber si te encontrabas en la parte occidental o en la parte oriental. Es decir, aunque ya no hay un muro como tal, algo muy peculiar te indicaba en qué lado del Berlín antiguo te encontrabas.

 

Los semáforos peatonales en la zona occidental (zona controlada por Francia, Estados Unidos y Reino Unido) tenían la silueta de un hombre tradicional. Eran los semáforos peatonales de la zona oriental  (zona controlada por la Unión Soviética) los que llamaban la atención: contaban con un ser muy peculiar llamado Ampelmann.

 

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