El parque de juegos es un punto de reunión de la imaginación de muchos niños. Risas, rechinar de piezas metálicas sin aceitar, el olor a pasto, gritos divertidos, la mirada nublada por el aire y la tierra que se levantaba al caer la tarde, cada quien tiene al menos un recuerdo de estos parques. Columpios, resbaladillas y sube-baja, son parte de un ecosistema de metal y figuras que con ayuda de nuestra imaginación se convertían en más que simples juegos, a pesar de que en ocasiones eran los mismos en todas partes.
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