ISLAMABAD. Tres nuevo asesinatos elevaron hoy a nueve el número de trabajadores de la campaña de vacunación contra la polio asesinados en Pakistán en las últimas 48 horas en lo que parece una ola de crímenes coordinada por la insurgencia talibán.

 

A las muertes de un vacunador el lunes y de cinco mujeres -una de ellas de 14 años- ayer, se sumaron hoy las de dos miembros de los equipos sanitarios y un conductor en las ciudades de Pesháwar y Charsada, en la provincia septentrional de Khyber Pakhtunkwa (KPK).

 

El ataque más reciente es el de Charsada, donde una supervisora y su conductor murieron hoy poco después del mediodía local tras ser tiroteados, al igual que en los otros asaltos, por enmascarados que dispararon desde motocicletas para luego darse a la fuga.

 

A pesar de que la ola de crímenes llevó ayer al Gobierno federal a ordenar la suspensión de la campaña, el Gobierno regional de KPK desoyó la instrucción y decidió continuar hoy con la vacunación de tres días a pesar de las amenazas contra la seguridad.

 

Los insurgntes talibanes acusaron a los funcionarios de salud de ser espías al servicio de Estados Unidos y afirmaron que la vacuna esteriliza a los niños.

 

La oposición a la campaña aumentó el año pasado tras conocerse que un medico paquistaní realizó un falso programa de vacunación para ayudar a la CIA a localizar a Osama bin Laden, oculto en la aldea de Abbottabad, en el noroeste del país.

 

El número de ataques esta semana contra empleados de la campaña de vacunación no tiene precedente. El gobierno inició el lunes un programa de tres días en zonas del país susceptibles de sufrir la dolencia, con el objetivo de vacunar a millones de niños menores de cinco años.

 

Con información de AP y EFE

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